El enfado y el abandono es máximo en la residencia Santísima Virgen y San Celedonio, en el céntrico barrio de Chamartín, con 11 muertos y 34 ancianos con síntomas. A muchos trabajadores ni los han informado de los fallecimientos.

Eugenia, la cocinera, se ha enterado por la televisión. Está estupefacto hasta el capellán, encargado de dar la extremaunción a los muertos. Tampoco le han dicho nada. "No es de recibo", asegura el hombre, muy afectado. Asegura además que las monjas del centro se han marchado todas sin avisar. Tampoco ha venido aún nadie a desinfectar. Los trabajadores que quedan limpian como pueden porque hay 42 personas de baja. Madrid es el epicentro del desastre en las residencias con al menos 75 ancianos muertos.