La Policía Local casi pierde de vista a un usuario de patinete eléctrico el pasado viernes debido a la elevada velocidad a la que circulaba por Vigo. Y no fue porqe el vehículo policial no acelerara, sino porque el Vehículo de Movilidad Personal (VMP) lo hacía muy por encima de lo autorizado. Ocurrió en la confluencia de las calles Fotógrafo José Gil y Florida al filo de las doce del mediodía. La persecución comenzó cuando vieron que su usuario se saltaba un semáforo en rojo.

En ese momento los agentes comenzaron a seguirlo. Pero, cuando trataban de alcanzarlo, y tras entrar en la calle Martín Echegaray, se percataron que su velocidad era muy elevada. "Difícilmente podían seguirlo con el furgón policial", admiten fuentes oficiales de la Policía Local.

Minutos más tarde el usuario del patinete se detuvo, momento en el que los agentes pudieron interceptarlo. Tras comprobar el aparato, con una potencia total de 3.200 w., comprobaron que según la etiqueta del modelo tendría una velocidad máxima autorizada de 25 km/h. Sin embargo, los agentes lo aceleraron con las ruedas motrices sin tocar el pavimento y vieron que, según el velocímetro, podía alcanzar al menos los 99 km/h. Deducen los agentes que el vehículo fue modificado. Por ello, procedieron a la correspondiente denuncia y a la retirada del patinete. Además, el propietario había montado un transportín en el patinete en el que en ese momento transportaba un perro.