El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ha tenido ni 100 días de tregua. A los pocos días de tomar posesión, ha tenido que pilotar las primeras medidas destinadas a afrontar la amenaza del coronavirus procedente de China. Quizá por eso, en las estanterías y en la mesa de su despacho, donde recibe a EL PERIÓDICO, aún no ha tenido tiempo de colocar sus recuerdos personales. Afortunadamente, los primeros casos han resultado negativos.

¿Cuáles son sus prioridades al frente del Ministerio de Sanidad?

La primera prioridad es la ampliación y la recuperación de derechos, en cuatro ámbitos. El primero, la universalidad del sistema de salud, que tiene un altísimo prestigio. El segundo tiene que ver con la reducción progresiva de los copagos, que afectan a la igualdad en los tratamientos. El tercero hace referencia a la ampliación de la atención bucodental. Y bajo este paraguas podríamos mencionar también la ley que regula la eutanasia, que es un compromiso firme del Gobierno de coalición, y que el PSOE ya la ha registrado en el Congreso.

¿Y cuál de estas iniciativas será la primera que lleve al Consejo de Ministros?

La recuperación y blindaje de la universalidad del sistema, para que todas las personas que estén en España tengan derecho a la asistencia sanitaria. No obstante, detallaré los compromisos exactos y la cronología cuando comparezca en el Congreso y el Senado.

Dado el nivel de crispación política, ¿cree que PSOE y Podemos tendrán apoyos suficientes para aprobar la ley de la eutanasia?

Estoy seguro. Todos los estudios de opinión reflejan un amplísimo apoyo y muy trasversal a la medida, que supone reconocer el derecho a morir con dignidad y con las debidas garantías sanitarias y médicas. Todas las fuerzas políticas tendrán que posicionarse pero creo que habrá un consenso amplio.

¿Es necesario que se complemente con una ley de cuidados paliativos, como la que se quedó a punto de ver la luz?

Está bien y es adecuado. Ambos enfoques coinciden en el campo de ampliación de derechos y vamos a trabajar en esa dirección.

El reto mundial más importante pasa en estos momentos por la contención del coronavirus. ¿Qué riesgo hay para la salud en España?

Lo primero que quiero hacer es trasladar un mensaje de tranquilidad y confianza porque he podido constatar en este breve tiempo la profesionalidad de los equipos al frente del Ministerio y del conjunto del sistema. España ya ha afrontado situaciones de este tipo con el SARS y MERS, que eran otros tipos de coronavirus, donde se demostró la solvencia del sistema y el alto nivel de los profesionales. Frente a la situación actual, hemos adoptado varias decisiones: hay un comité de seguimiento y el centro de alertas y emergencias está en permanente contacto con la OMS y con las CCAA y actualiza diariamente la información; que se publica en la web. Además se ha validado un protocolo de actuación que contempla qué medidas de diagnóstico permiten detectar un caso y cómo hay que actuar si se detectara. También quiero anunciar que la semana que viene vamos a reunir a las sociedades científicas para compartir con ellos la información y nuestras actuaciones. En cuanto al riesgo, es moderado pero estamos preparados para abordar cualquier situación. Y lógicamente vamos a seguir cómo la OMS evalúa la situación.

¿Es partidario de endurecer la ley del tabaco para que no se pueda fumar en coches, estadios y terrazas? ¿Y vapear, se podrá?

Estamos trabajando en la ampliación y revisión de esta ley en dos sentidos. En el ámbito de las nuevas formas de fumar, el vapeo, la pipa de agua, etc. y en el ámbito de nuevos espacios libres de humo, algunos de los cuales son los que usted ha mencionado. Yo creo que procede tomar algunas medidas pero no quiero anticipar ninguna porque primero hay que escuchar a los profesionales. Pero hay que recordar que según la OMS el tabaco sigue siendo la causa de muerte evitable más importante y en España mueren más de 50.000 personas al año, por lo que no es bueno relajarse en el combate contra el tabaquismo. Ya me he encontrado unos trabajos en marcha que vamos a continuar.

Otro de los proyectos iniciados es el plan para potenciar la atención primaria y aumentar las plantillas. ¿Prevé recuperarlo? ¿Habrá presupuesto suficiente?

Mi intención es desarrollar el marco estratégico de la Atención Primaria, que contempla 23 objetivos y 100 medidas. Es verdad que en la recesión hubo unos ajustes excesivos que pretendemos subsanar. En el acuerdo de coalición preveemos un incremento del gasto en sanidad del 5% al 7% del PIB en el 2023. Ahí quiero resaltar además el compromiso de los profesionales, que han demostrado su implicación y su vocación, en años de recursos más escasos.

También fue novedoso, por parte del Gobierno anterior, la intención de frenar las pseudoterapias. ¿Qué opina de la acupuntura o el reiki? ¿Se sacarán de los centros sanitarios?

Desde el Ministerio de Sanidad debemos de basarnos en la evidencia científica. Hemos de dar las mejores terapias y medicamentos, pero basados en la evidencia. A partir de ahí corresponderá a los profesionales evaluar la misma y la tarea del Ministerio es proporcionar esa información a la ciudadanía. En algunos casos habrá que tomar medidas de restricción, pero eso corresponderá a las evaluaciones.

Otro de los planes que se quedaron varados fue el destinado a evitar los suicidios. ¿Qué medidas se tomarán al respecto?

El conjunto de problemas relacionados con la salud mental lo concibo como una prioridad importante; porque los datos que tenemos es que el número de suicidios es mayor al de los muertos en accidentes de circulación. Vamos a estudiar el problema con los profesionales.