El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido en que seguirán haciendo oposición al Gobierno de Pedro Sánchez en "las calles, parlamento y tribunales" aunque otros partidos lo califiquen "con cierto desdén" como "la oposición de las calles y los escraches".

En una entrevista en Intereconomía, Abascal ha recordado que Vox no tuvo "inconvenientes" en apoyar otras iniciativas "buenas para España" impulsada por otros partidos como PP o Ciudadanos. "Vox no tuvo dudas en ir a Colón ni a Alsasua a defender la unidad nacional", ha añadido Abascal, quien ha aclarado que Vox "tiene sus propias posiciones. "No vamos a pedir permiso para sacar a los españoles a la calle", ha añadido.

En este sentido, ha asegurado que no va a criticar al PP "si su única oposición va a ser en el Parlamento". "Ellos sabrán", ha afirmado Abascal después de que el líder de los 'populares', Pablo Casado, se comprometiera en la Junta Directiva de su partido a liderar "una mayoría centrada" y marcando distancias con Vox, además de asegurar que la "política no consiste en gritar muy fuerte".

Sobre Ciudadanos, ha subrayado que "tendrán que aclarar su posición", que ha calificado como "de bisagra". "El discurso de Arrimadas era equidistante y tachaba a Vox de populista", ha criticado sobre la intervención de la portavoz del partido naranja en el Congreso durante el debate de Investidura de Pedro Sánchez.

Respecto a la visita del vicepresidente de Vox, Víctor González Coello de Portugal, y el eurodiputado Herman Tertsch a Bolivia, para conocer el incidente del pasado 27 de diciembre en la Embajada mexicana de La Paz, Abascal ha subrayado que su partido está recabando datos sobre lo que investigan la autoridades en Boliviana y no ha descartado que esa información "pueda acabar en los tribunales españoles".

La Fiscalía General de dicho país pidió la comparecencia como testigos del ex-presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y Pablo Iglesias, entre otros, para pedir explicaciones sobre la presencia de los GE españoles en la Embajada mexicana para sacar, según Boliviana, a ex altos cargos del Gobierno de Evo Morales.