Una amplísima mayoría de las bases de ERC, más de un 94 por ciento, han avalado la posibilidad de facilitar la investidura del socialista Pedro Sánchez pero siempre y cuando se acuerde antes una mesa de negociación sobre el "conflicto político" de Cataluña "de gobierno a gobierno" y "sin condiciones".

En una comparecencia para dar cuenta del resultado de la consulta, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, se ha felicitado de que con esta decisión de las bases "se esté forzando al PSOE a negociar".

"Estamos más fuertes que nunca para forzar al Estado a que se siente a negociar", ha destacado.

En cualquier caso, ERC ya ha advertido al PSOE de que en caso de que acepte su mesa de negociación exigirá también garantías de que se cumplirán los acuerdos que se alcancen.

En primer lugar, los republicanos reclamarán que esa mesa sea "entre iguales" y "sin condiciones", con un "compromiso explícito" de cumplimiento y con un calendario establecido.

Además, para los republicanos ese "diálogo entre iguales" debe ser entre el Gobierno central y el catalán ya que, a su juicio, son "los que representan a la ciudadanía de cada territorio".

En esta misma línea, JxCat exige para la investidura que haya diálogo "de igual a igual, entre gobiernos", sin "condiciones" ni "exclusiones" y con la figura de un "mediador internacional".

Aunque el PSOE no se ha puesto en contacto con ellos, la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, ha explicado que para que su formación se plantee pasar del 'no' a la abstención es "fundamental" un diálogo "de gobierno a gobierno", en el que se reconozca como interlocutor al expresidente huido, Carles Puigdemont.

Desde el Ejecutivo central, el ministro Luis Planas ha garantizado que cualquier negociación que se abra con ERC se situará dentro del "marco de referencia" de la Constitución.

"Dentro del respeto a la Constitución y la ley, todo. Fuera de la Constitución y la ley, nada", ha avisado.

Y es que las condiciones que trata de imponer ERC para no obstaculizar la investidura de Pedro Sánchez preocupan en el PSOE, que ya teme que no pueda cumplirse el calendario de investidura anunciado en campaña y que preveía la formación de Gobierno durante el mes de diciembre.

Según han informado a Efe fuentes socialistas, el optimismo inicial se ha topado con el ritmo de ERC, con quien el equipo negociador del PSOE, encabezado por la portavoz parlamentaria socialista Adriana Lastra, se reunirá esta semana en el Congreso.

Los equipos negociadores deberán explorar si es posible la abstención de los 13 diputados republicanos en el Congreso para facilitar la investidura de Sánchez.

Las fuentes sí dan prácticamente por cerrado el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para un gobierno progresista y de coalición, si bien han asegurado que no se dará a conocer hasta que no haya garantías de que hay suficientes apoyos para salvar la investidura del candidato socialista.

Entretanto, la discreción que rodea las negociaciones entre el presidente en funciones y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sobre el futuro Gobierno ha disparado las quinielas acerca de la composición del Ejecutivo, en el que los comunes de Ada Colau también aspiran a tener representación.

De hecho, según han apuntado a Efe fuentes conocedoras de las negociaciones, los comunes han pedido ser titulares de uno de los ministerios que dependerá de la vicepresidencia social de Pablo Iglesias.

En concreto, desean dirigir la cartera de Universidades, una de las tres que podrían caer en manos de Unidas Podemos, junto a la de Trabajo e Igualdad.

A la espera de lo que decidan las bases de Podemos, que seguirán votando hasta el miércoles, un 88,07 por ciento de la militancia de Izquierda Unida ha dado su apoyo al Gobierno de coalición firmado el pasado 12 de noviembre entre el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

No obstante, la participación en la consulta ha sido escasa, de solo el 31,20 por ciento del censo de militantes.

En una entrevista con EFE, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, sostiene que está dispuesto a ser ministro si finalmente sale adelante el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, aunque asegura que para él su presencia en el mismo no es "lo prioritario".

Ante las dificultades que presenta la investidura, el presidente del PP, Pablo Casado, ha recordado que Sánchez "ha quemado las naves" al pactar con Podemos sin explorar otras vías, como la de Ciudadanos.

Ha recordado que el PP ha ofrecido pactos de Estado para que no tenga que depender "de sus aliados en la moción de censura", aunque no cree que el líder del PSOE desee esa colaboración toda vez que mantiene "la hoja de ruta de Pedralbes", que defiende un estado plurinacional y Cataluña como nación.

Se refiere Casado a una de las propuestas que hace el PSC en el documento marco que los socialistas catalanes quieren aprobar en su en su XIV congreso, que se celebrará entre los días 13 y 15 de diciembre y que aboga reconocer Cataluña como nación y España como un estado plurinacional.