Unas 80.000 personas, según la Guardia Urbana, y 400.000, según Societat Civil Catalana, se han manifestado este domingo a mediodía a lo largo del Paseo de Gràcia de Barcelona, por la unidad de España y contra el independentismo. La movilización, convocada por Societat Civil Catalana, llevaba como lema "Por la concordia, por Cataluña: ¡basta!". A ella se han sumado los socialistas, el PP y Ciudadanos y a la que también asiste Vox pese a no haber sido invitada por la organización.

A la marcha han acudido, entro otros, los ministros José Luis Ábalos y Josep Borrell; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; el presidente del PP, Pablo Casado; el líder de Cs, Albert Rivera, así como el concejal de Barcelona pel Canvi Manuel Valls y el cabeza de lista de Vox por Barcelona para el 10N, Ignacio Garriga.

Entre multitud de banderas europeas, españolas y también 'senyeres' catalanas y entre gritos de "Viva España", "Aquí los periodistas no usan casco" o "TV3, manipuladora", los manifestantes han llenado el céntrico Paseo de Gracia, adonde han acudido dirigentes del PSOE y el PSC, el PP, Ciudadanos y UPyD.

La manifestación constitucionalista en Barcelona. Vídeo: ATLAS

Antes y durante el acto, los manifestantes han coreado consignas como 'Yo soy español, español, español', 'No se quema Barcelona', 'Puigdemont a prisión', así como varios 'vivas' a España y Cataluña, y al final del acto han sonado 'El cant de la senyera', el himno europeo y el himno de España.

Antes de la manifestación constitucionalista, los organizadores dejaron claro que Vox no estaba invitada, pero la formación que lidera Santiago Abascal avisó de que miembros del partido acudirán a la cita porque no necesitan "permiso de nadie", y así lo ha hecho Ignacio Garriga, su cabeza de lista por Barcelona al Congreso.

En los discursos al final de la manifestación, el presidente de SCC, Fernando Sánchez Costa, ha pedido la dimisión del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y convocar elecciones autonómicas: "Basta. Basta de violencia. Basta de confrontación, basta de odio, basta de decadencia. Basta de procés", y ha pedido volver a empezar y reconstruir Cataluña.

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"Presidente, si no sabe o no quiere gobernar para todos los catalanes, si no sabe salir del lío en el que nos ha metido, si prefiere hacer de activista que hacer de representante institucional, le decimos: Presidente, ponga las urnas", y ha reclamado diálogo en el marco de la ley.

Ha pedido convivencia, así como una reforma de la ley electoral, la neutralidad de los espacios públicos, institucionales y administrativos, la normalización lingüística del castellano, la despolitización de los Mossos d'Esquadra y una auditoría del proceso independentista, con un objetivo: "Para saber cuánto dinero de nuestros bolsillos ha ido a un proyecto de ruptura ilegal".

Manifiesto

El manifiesto, que han leído personas anónimas en catalán, castellano, inglés y francés, acusa al independentismo catalán de "derrochar enormes recursos en la idea de dividir" y propagar el discurso de la confrontación, y ha apuntado que el resultado del proceso independentista ha sido demoledor para la sociedad catalana, incluidos los soberanistas.

Considera que Cataluña está "más empobrecida y pesimista sobre su futuro. También una Cataluña donde emerge la violencia, no ya simbólica, sino dolorosamente real", y alerta de que la convivencia está quebrada.

Se defiende también la libertad política y el pluralismo, el rechazo a la "violencia política", el respeto al Estado de Derecho y a la ley, y se recuerda que España es un Estado social y democrático de derecho.

"Si cuando diseñaron el 'procés' contaron con nuestra inmovilidad y nuestro silencio, debemos decirles que han conseguido lo contrario de lo que pretendían. No aceptamos ni toleraremos nunca la violencia, ni la simbólica ni mucho menos la real. Las calles son y serán de todos, no de quien intimida para tomarlas", concluye el manifiesto.

Antes de iniciarse la manifestación, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, ha pedido "a todo el mundo" que agradezca a los policías nacionales y a los Mossos d'Esquadra el trabajo que están realizando para mantener el orden, porque, "sin ellos, Barcelona estaría fuera de control".

El presidente del PP, Pablo Casado, ha exigido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que diga antes de las elecciones del 10N si quiere pactar con Torra.

Y el líder de Cs, Albert Rivera, ha dicho que "no se puede gobernar con los que quieren romper este país" o "con los que queman las calles", sino que es preciso "buscar soluciones de futuro en las que el constitucionalismo sea más fuerte".

Pese a que los organizadores no habían invitado a Vox a la manifestación, sí se ha presentado su candidato al Congreso por Barcelona, Ignacio Garriga, que se ha desmarcado de SCC y ha acusado a los socialistas de "traición a la patria".

La marcha de SCC se ha celebrado un día después de la manifestación contra las condenas a los líderes independentistas dictadas por el Tribunal Supremo, que según la Guardia Urbana congregó a unas 350.000 personas en la calle Marina de Barcelona y tras la cual se produjeron altercados que se saldaron con 46 asistencias sanitarias, siete detenidos y 28 agentes heridos.

Al mediodía, los Mossos d'Esquadra han hecho en la plaza Sant Jaume de Barcelona un cordón de separación entre un grupo de unas 200 personas convocadas por la plataforma "Pícnic per la República", que han ido andando de la estación de Sants hasta allí, y una treintena de personas que portaban banderas españolas.

En paralelo, varios centenares de personas se han concentrado frente a la Jefatura de Policía de Barcelona, en la Vía Laietana, para agradecer su trabajo a los agentes de la Policía Nacional