El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado que el Ejecutivo va a estudiar los "vivas a Franco" escuchados este jueves en el Valle de los Caídos por si pudieran ser motivo para la apertura de un expediente sancionador, aunque considera que no es el asunto principal de la exhumación de los restos del dictador.

En una entrevista en La Sexta, Sánchez ha reconocido que el Gobierno analizará el episodio protagonizado por los familiares del dictador en el momento en el que el féretro con sus restos era introducido en el coche fúnebre tras ser exhumados de la basílica.

"Vamos a estudiarlo, pero honestamente no tenemos que mirar el dedo, tenemos que elevar la mirada", ha asegurado Sánchez, que ha insistido en que lo verdaderamente importante es que la exhumación de Franco fue una "gran victoria de la democracia".

Sánchez ha considerado la exhumación un "paso de gigante" para la reparación debida a las víctimas del franquismo y la "resignificación" del enclave.

Además de esos "vivas a Franco", este viernes se ha difundido un vídeo grabado en el cementerio de Mingorrubio en el que se aprecia un forcejeo entre algunos familiares del dictador y agentes de la Policía. En la grabación puede verse y escucharse las protestas de esos familiares, que se quejan de que los agentes no les dejaban salir del panteón.

Considera Sánchez que desde ayer los 34.000 españoles de los dos bandos de la Guerra Civil cuyos restos reposan en la basílica de Cuelgamuros "descansan en paz" porque, ha enfatizado, "el verdugo ya no descansa con ellos".

En una entrevista con La Sexta, ha apuntado también que para avanzar en esa resignificación del recinto habrá que hablar con las familias de los enterrados y con las entidades memorialísticas a fin de buscar el modo en que el enclave se convierta en un "lugar de justicia, perdón y reconciliación".

El Gobierno no ha profundizado todavía en las posibilidades que la exhumación de Franco del Valle de los Caídos abre para el futuro del mausoleo, pero sí tiene claro que el enclave debería transformarse en un "espacio" que "ayude a la memoria de las víctimas" de la Guerra Civil y "no ofenda a nadie".

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, ha reconocido que el Ejecutivo no ha hecho aún la "reflexión" sobre el futuro del monumento del que este jueves salieron los restos del dictador. Pero al mismo tiempo ha dejado claro que el Gobierno "tiene la intención de continuar trabajando en la memoria y la redignificación de todas las víctimas".

Por ello ha asegurado que "pronto" iniciará sus trabajos al respecto y ha aludido al informe que en 2011 elaboró una comisión de expertos para hacer propuestas sobre el futuro del enclave de cara a su "resignificación", entre las cuales se planteaba como primer paso la exhumación de los restos de Francisco Franco.

"Dejamos atrás una página de nuestra historia que desgarró a varias generaciones de españoles", ha subrayado antes de remarcar que la basílica ya no es "un enorme mausoleo en memoria del dictador" sino que ahora cobra "un nuevo sentido", porque en su interior ya solo hay "víctimas del odio", de distinto signo, pero víctimas.