La sexta sesión por el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, ha contado con la declaración de uno de los yernos de la víctima, que ha asegurado que ella siempre llevaba encima joyas valoradas en 30.000 euros, aunque le gustara vestir de manera informal y nada ostentosa. "Siempre llevaba um reloj que le regaló su marido, dos solitarios de dos quilates y una cruz de cuatro o cinco quilates" ha explicado y que eso es en lo que pensó cuando la noche del crimen su mujer le contó que a su madre "la habían atracado en un lavadero".

María del Carmen Martínez murió de dos disparos en la cabeza la tarde del 9 de diciembre de 2016 mientras recogía su coche en el negocio de automoción que regentaba su yerno Miguel López, único acusado por el asesinato.

Abacuc Méndez ha negado que hubieran recibido amenazas por la actividad de la empresa en Hispanoamérica pero ha apuntado a la posibilidad de que sí pudiera haberlas de otras zonas como países del norte de África. En este sentido considera que quien matara a María del Carmen Martínez era alguien que quería acabar con el legado empresarial del marido de ésta, el difunto Vicente Sala.

Abacuc ha admitido la mala relación en la familia aunque ha asegurado que él y sus hijas sí que se hablaban con su suegra y que incluso en alguna ocasión había tratado acercar posturas en el conflicto familiar por su especial relación con su suegra. También ha tratado de desvincular a Miguel López de dicho conflicto y ha negado que mas hermanas Sala consultaran con el acusado sus decisiones en la empresa. En este sentido ha tildado como "palmeros" a los empleados de la finca familiar que relataron un incidente en el que Mar Sala, hija de la víctima y esposa del testigo, había estado a punto de atropellar a su madre. "A estas personas ya les han subido el sueldo", ha dicho en relación a este testimonio.Más declaraciones en la sesión de hoy

Esta mañana también ha declarado la responsable del servicio doméstico en la finca de los Sala que ha asegurado que la tensión familiar había llegado hasta tal punto que las hijas no se hablaban con su madre "ni para darse los buenos días" y que ya ni comían juntos. "Venían con fiambreras a recoger la comida" ha dicho.

En la sesión de esta mañana ha declarado personal de Novocar, entre ellos su director José Fernando Bleda. Asimismo ha testificado un amigo de la familia que ha relatado que en el tanatorio Miguel López le manifestó que estaba convencido que le iban a detener por el asesinato y se iba a pasar cuatro años en prisión preventiva hasta el juicio.