Hasta 75 multas en una hora, a más de una por minuto,en ambos sentidos de circulación del Camino Viejo de Santa Pola. Este es el balance de un control realizado ayer por los agentes de la Jefatura Local después de que hayan concluido los trabajos de mejora y señalización de esta vía, que avisa incluso de la presencia de radares, en la que se ha limitado la velocidad máxima a 60 kilómetros por hora, muy por debajo de hasta los 100 que permitía la vía antes de esta remodelación.

Las cifras hablan por sí solas, pues de los 198 vehículos que circularon ayer desde las 10 hasta las 11 de mañana en ambos sentidos, 141 superaron la velocidad máxima permitida. Sin embargo, al aplicar el margen de error que marca la ley, se sancionó a 75 conductores, un dato, aun así, muy llamativo, ya que supone que cuatro de cada diez conductores fueron multados.

El control de ayer sirvió para confirmar el dato de la primera vez que los agentes pusieron el radar móvil al cambiar la señalización el pasado 12 de agosto, cuando se registraron 87 denuncias en una hora. Los agentes continuarán controlado la velocidad en este punto de forma aleatoria, a diferentes horas y en diferentes puntos, pues según señaló ayer José Sánchez, el responsable de la Unidad de Seguridad Vial de la Policía Local, las infracciones en materia de velocidad no se dan en un punto fijo sino que se reparten a lo largo de toda la carrera.

Pese a lo llamativo del dato, el oficial señala que «no es muy alto, teniendo en cuenta que hablamos de que hace muy poco tiempo que la carretera ha sido reseñalizada, disminuyéndose drásticamente la velocidad, pues los conductores estaban acostumbrados a ir a 100 kilómetros por hora en algunos tramos y ahora se ha establecido en 60 en toda la calzada», apuntó.

Esta decisión se tomó debido al accidente mortal que tuvo lugar a principios de julio y en el que un hombre perdió la vida en un coche frontal, mientras que otro joven resultó herido de gravedad. El Camino Viejo de Santa Pola se ha convertido en una vía alternativa para cientos de usuarios que, tras la remodelación de la carretera de Santa Pola prefieren utilizar la antigua vía debido al aumento de las rotondas y a la prohibición de adelantamientos con medianas y bordillos , lo que ralentiza la circulación.

El mal estado de la carretera y el aumento del tráfico, hizo al Ayuntamiento tomar medidas tras el fatal suceso. Así, los agentes prevén que las multas continuarán siendo numerosas hasta que los conductores tomen conciencia.

Además, la señalización ya advierte de presencia de radares, por lo que se cumplen con todas las normativas legales para su uso y control por parte de los agentes, y se han instalado señales con la velocidad máxima por todo el trayecto.

Peligrosidad

La decisión de los usuarios de utilizar esta alternativa a la carretera de Santa Pola, en opinión del responsable de Seguridad Vial de la Policía Local «es entendible, pues los bordillos presentan un peligro. En caso de accidente, o tener que esquivar a un motorista si sufre una caída, no hay posibilidad. Es mucho más aceptable la opción que se ha seguido en las inmediaciones de la rotonda del Río Safari de pintar una mediana en el suelo, remarcando que el adelantamiento está prohibido y que hay solo un carril para cada sentido», señaló.

Por el momento, y a falta del desdoble prometido por el Consell, sin fecha para el inicio de las obras, habrá que extremar las precauciones al volante.