La candidata del PSN a la presidencia de Navarra, María Chivite, ha pedido este jueves confianza en el Gobierno que espera liderar, pese a los "recelos" que pueda generar, y ha hecho varios llamamientos al consenso entre los partidos navarros para atender los problemas de los ciudadanos.

Sus llamamientos, sin embargo, no han sido bien recibidos en los partidos que integran la coalición Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP), que no han dudado en calificar este acuerdo de gobierno como "el pacto de la vergüenza", una "traición" a Navarra y a España, y un entendimiento con "amigos de ETA", en alusión a la anunciada abstención de Bildu.

Chivite ha sido la encargada de abrir esta sesión de investidura con un discurso de una hora de duración en el que ha hecho numerosos llamamientos al diálogo y el consenso entre los partidos, respetando sus diferencias, al ser Navarra, ha dicho, una tierra plural.

La candidata, quien cuenta para ser investida con el apoyo de PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra y la abstención de parte del grupo de Bildu, ha afirmado que se trata de "un acuerdo entre la izquierda y el nacionalismo que no es nuevo ni en España ni en Navarra, porque ya se da en otras instituciones y se ha demostrado eficaz cuando los actores se sitúan en la centralidad política".

Una centralidad, ha dicho, "que refleja la pluralidad pero que sabe dejar a un lado las diferencias, legítimas en democracia, para anteponer cuestiones de calado progresista que responden a una sensibilidad social mayoritaria".

La secretaria general de los socialistas navarros ha querido dejar claros algunos principios irrenunciables para el PSN-PSOE y, así, ha apostado por la defensa y respeto al modelo institucional navarro, desde la legalidad y la lealtad y "buscando avanzar en ese autogobierno desde la responsabilidad y la solidaridad con el resto del Estado".

También ha destacado que el acuerdo programático suscrito con Geroa Bai, Podemos e I-E incluye una condena de la violencia y la solidaridad con las víctimas del terrorismo.

El acuerdo de gobierno, ha subrayado en ese sentido, "muestra el apoyo y solidaridad con las víctimas del terrorismo de ETA y otras organizaciones terroristas y manifiesta el rechazo a cualquier acción que violente la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo y sus familias".

Entre las propuestas hechas públicas en su discurso de investidura, destaca el compromiso de los cuatro firmantes del acuerdo programático de intentar crear una nueva comisión mixta Navarra-Estado con más funciones que la actual del Convenio Económico.

Chivite ha afirmado que hay que actualizar la Ley del Convenio en cuestiones como la aportación económica, los impuestos convenidos y la posibilidad de establecer nuevos tributos "siempre desde el respeto a los marcos legales que son la Constitución, la Lorafna y la propia ley del convenio".

"Pacto de la infamia"

El llamamiento al diálogo y el consenso de Chivite no ha encontrado mucha receptividad en los integrantes de Navarra Suma, cuyo portavoz y presidente de UPN, Javier Esparza, ha asegurado que "el pacto entre el PSOE y Bildu en Navarra es el pacto de la vergüenza".

La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, presente en esta sesión de investidura junto a la vicesecretaria de Organización del partido, Ana Beltrán, ha criticado la "traición" que supone la investidura de Chivite porque la socialista será presidenta "gracias al apoyo de Bildu-Batasuna".

También se ha desplazado este jueves a Pamplona la portavoz de la Ejecutiva Nacional y en el Senado de Ciudadanos, Lorena Roldán, quien ha afirmado que "entregar Navarra a Bildu es la madre de todas las infamias" que ha cometido Pedro Sánchez, quien con este "pacto de la infamia" ha "pisado una línea roja gravísima" y ha "traicionado al constitucionalismo".