El candidato socialista, Pedro Sánchez, ha convocado al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a una nueva reunión, la tercera, el próximo martes en el Congreso, en la que intentará convencerle de que facilite su investidura a pesar de que mantienen sus diferencias por la entrada de Podemos en el Gobierno.

Aunque las posiciones siguen divididas de antemano, los socialistas creen que "hay bases sólidas" para el acuerdo tal y como se ha demostrado en los últimos doce meses de Gobierno de Sánchez, en el PSOE y Podemos han colaborado con diversas iniciativas en el Congreso.

El objetivo de Sánchez, con esta reunión, la tercera después de la que mantuvo con Iglesias los pasados 7 de mayo y 11 de junio, es que haya "un Gobierno progresista en plenitud de funciones" durante este mismo mes de julio.

Antes de mantener ese encuentro con el presidente del Gobierno, Iglesias reúne mañana a todo su grupo parlamentario para abordar la estrategia de negociación de cara a ese debate de investidura que comienza en apenas tres semanas.

Iglesias acude a la reunión con cierto recelo y ha acusado este jueves al PSOE de estar obsesionado con los "sillones".

Se ha quejado de que el PSOE no quiera "soltar ni medio" después de que Sánchez desoyera su propuesta de ir a una primera investidura con un pacto de coalición para comprobar si tiene la aprobación del Congreso.

"Para nosotros lo fundamental es alcanzar un acuerdo integral de Gobierno, pero hay una cierta obsesión por los sillones en el PSOE, que no quieren soltar ni medio", ha lamentado Iglesias, que confía en que, tarde o temprano, el presidente del Gobierno en funciones se dirija a Unidas Podemos para negociar una coalición.

A su juicio, Pedro Sánchez cometería un error si llevara a los españoles a una repetición de elecciones aunque la última encuesta del CIS, que sitúa al PSOE al borde de la mayoría absoluta, pueda ser "muy atractiva" para algunos de sus asesores.

Ha terciado en este asunto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha reconocido la "legitimidad" de Podemos para pedir entrar en el Gobierno pero entiende también que el presidente en funciones quiera tener un Ejecutivo "monocolor y único".

Más allá de ese posible acuerdo con Podemos, desde el PP, el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, ha reconocido que a su partido le vendría bien una repetición electoral, pero "no la quiere" porque sería "perjudicial" para España y los intereses de los ciudadanos.

Maroto ha recordado que la obligación de Pedro Sánchez es formar gobierno "lo antes posible" y ha insistido en que el PP no se abstendrá para facilitar su investidura porque implicaría darle el mismo apoyo para aprobar los presupuestos y otras leyes.

Una postura que supondría "de facto" un Gobierno de coalición con la oposición, algo que el PP rechaza porque cree que debe seguir ejerciendo su papel de alternativa al Ejecutivo de Sánchez.

Además, Maroto ha considerado que Sánchez ha demostrado "por la vía de los hechos" que lo que realmente quiere no es la abstención del PP, sino un pacto con Podemos y los independentistas.

Posición idéntica a la del líder de Cs, Albert Rivera, que ha recalcado que no verá más a Pedro Sánchez si le llama a una nueva ronda de contactos destinada a "consultar" sobre su investidura, porque la ronda de consultas le corresponde al rey y él lo que debe de hacer es convocar a sus "socios" y negociar con ellos.

La función de Sánchez, ha incidido, es crear un comité negociador para asegurar los apoyos que le permitan sacar adelante la investidura, pero debe buscarlos entre sus "socios".

Apoyos que podrían llegar desde el PNV. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha instado a los partidos políticos que han obtenido "mayor representación" en las pasadas elecciones generales a que se pongan "manos a la obra" y pasen de las "palabras a los hechos" para conciliar programas y formar Gobierno.

"No sé si se está haciendo esa labor o se está en un espacio declarativo, y nada más", se ha preguntado.

Para el lehendakari, resulta "perjudicial" la actual situación y ha considerado que los partidos "deben sentarse a valorar las prioridades de Estado y la respuesta del Estado a esas prioridades".

También desde los independentistas de Jxcat, la diputada Laura Borràs ha reclamado a Sánchez a asumir "la responsabilidad" de buscar los apoyos para la investidura en lugar de especular con "cálculos electoralistas".