El Rey Felipe VI personificó este lunes con su presencia en la investidura de Laurentino Cortizo como nuevo presidente de Panamá el apoyo de España al mandato de cinco años que ahora inicia al frente del país del Canal.

La ceremonia de relevo presidencial tuvo lugar en el Centro de Convenciones Atlapa de la capital panameña y contó con la participación de siete jefes de Estado, entre ellos el Rey, quien estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores en funciones Josep Borrell.

En su etapa como príncipe, don Felipe era habitualmente el encargado de representar a España en las tomas de posesión de los presidentes latinoamericanos, pero desde que hace cinco años asumió la Corona esta ha sido la segunda ocasión en la que lo ha hecho.

Si el pasado mes de diciembre asistió en México a la de Andrés Manuel López Obrador, ahora ha estado presente en la de Cortizo y ha aprovechado su viaje para homenajear a la Ciudad de Panamá con motivo del 500 aniversario de su fundación.

Fuentes diplomáticas destacan que la presencia de Felipe VI en Panamá demuestra la importancia que España otorga a las relaciones con este país, que aseguran que son excelentes en todos los ámbitos.

El Rey ocupó un lugar destacado en la ceremonia de investidura y todas las intervenciones, entre ellas la de Cortizo, se iniciaron con una referencia a su presencia en este acto.

Un acto que comenzó con más de dos horas de retraso debido a que se prolongó más de lo previsto la sesión previa de la Asamblea Nacional.

Esa circunstancia facilitó que los jefes de Estado asistentes, que esperaron en una sala del centro de convenciones, pudieran conversar entre ellos.

Así, en algunas de las imágenes de esos momentos se vio cómo el Rey departió de forma distendida con los presidentes de Colombia, Iván Duque; Perú, Martín Vizcarra; Honduras, Juan Orlando Hernández; y República Dominicana, Danilo Medina.

A esa conversación a cuatro se añadió después el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y el Rey también habló con el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Todos ellos junto a la primera ministra de la isla caribeña de Aruba, Evelyn Wever-Croes, posaron con Cortizo para una foto de familia que estaba previsto que se captara al término del acto de investidura, pero que se optó por adelantar para evitar acumular más retraso.

Una foto en la que estuvieron presentes también, situados uno en cada extremo de sus integrantes, el presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, y el primer ministro de Marruecos, Saadeddine Othmani.

Cortizo, su vicepresidente, José Gabriel Carrizo, y las esposas de ambos se ubicaron en primer lugar en el espacio previsto para esa foto y el primero de los jefes de Estado en acercarse a ellos fue el Rey, quien saludó a los cuatro y mantuvo unas breves conversaciones con ellos.

En la foto de todos los mandatarios con Cortizo, Felipe VI se situó a la derecha del nuevo presidente panameño, y en el transcurso de la ceremonia fue ubicado en el centro de la primera fila destinada a los jefes de Estado extranjeros, con Martín Vizcarra a su derecha y Jimmy Morales a su izquierda.

La víspera de esta ceremonia el rey mantuvo una reunión con Cortizo en la que le trasladó su apoyo y amistad, la del Gobierno y la del pueblo español, un gesto que agradeció el nuevo presidente panameño al tiempo que le expresaba el orgullo que siente por sus raíces españolas.

Su padre nació en el enclave orensano de Ricovanca, en Galicia, y emigró muy joven a Panamá.

Cortizo agradeció igualmente al monarca el apoyo de España para que no se incluyera a Panamá en una lista negra europea por deficiencias en la lucha contra el blanqueo de capitales, expresó su interés en que las empresas españolas sigan manteniendo presencia en su país y dijo que habían hablado también sobre la situación en Venezuela y Nicaragua.

El nuevo presidente panameño, de 66 años, ganó las elecciones del pasado 5 de mayo con el apoyo del 33 por ciento de los votantes y su partido, el PRD, vuelve al poder ejecutivo tras diez años en la oposición.

Una vez terminada la ceremonia de investidura, Felipe VI asistió al almuerzo ofrecido por el nuevo presidente antes de trasladarse al aeropuerto para emprender viaje de regreso a Madrid.

No hay ningún evento próximo en América Latina en el que esté confirmada una nueva visita del rey, aunque está pendiente de concretarse si junto a la reina asistirá el próximo otoño a la conmemoración de los 500 años de la fundación de La Habana.