El PP y su candidato José Luis Martínez-Almeida previsiblemente arrebatará la Alcaldía de Madrid a Manuela Carmena, que ha ganado las elecciones con 19 ediles, pero perdería el Gobierno porque, aún con su peor resultado, 15 concejales, los 'populares' pueden gobernar con el apoyo de Ciudadanos (11) y Vox (4).

En unos comicios donde ha habido más movilización en los feudos tradicionales del PP que en los barrios obreros, la formación de Pablo Casado se deja seis ediles, pero tras su caída en las generales gana oxígeno, recupera la capital y se mantendrá al frente de la Comunidad, aunque en ambos casos haya caído a segunda fuerza.

La actual alcaldesa, Manuela Carmena, ya ha asumido que no repetirá en el cargo y dirá adiós a su breve vida política cuando se nombre a un nuevo alcalde, en la constitución del Consistorio el próximo 15 de mayo.

Madrid, ha asegurado visiblemente emocionada y arropada por todos sus concejales, seguirá siendo "progresista", "abierta", "creativa" y "solidaria".

La exmagistrada no ha querido culpar "a nadie" por el resultado, pese a que más de 42.000 votantes han apoyado a Izquierda Unida-Madrid en Pie Municipalista, una lista encabezada por su otrora edil, Carlos Sánchez Mato, que recabó el apoyo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, pero con un 2,63 % se ha quedado lejos del 5 % necesario para obtener representación.

Sí ha repartido culpas el propio Sánchez Mato, que ha culpado a Más Madrid de la derrota de la izquierda.

"No es a nosotros a quienes se nos puede acusar de dividir ese espacio político. Han sido otros, ha sido en este caso Más Madrid, que consideró que nuestro espacio no cabía y quien dejó fuera a tanta gente que en estas elecciones ha decidido que lo mejor era abstenerse, porque la abstención ha crecido ligeramente con respecto a 2015", ha afirmado.

Por parte del PSOE su candidato, el exseleccionador de baloncesto, Pepu Hernández, ha lamentado el "mal resultado" en la capital donde "las derechas pueden gobernar con la ultraderecha", un jarro de agua fría tras lograr hace menos de un mes ganar las elecciones generales donde sin embargo la derecha se impuso en la capital.

Y mientras que en local alquilado por Más Madrid para hacer el seguimiento del recuento ha habido llantos y gestos serios, al otro lado del tablero político la imagen es la de la alegría.

Martínez-Almeida, el que probablemente será el nuevo alcalde de la capital ha asegurado que será "generoso" para lograr un acuerdo que lleve al centro derecha a gobernar el Palacio de Cibeles y se ha mostrado confiando de que Ciudadanos, con once concejales, también "lo será".

La candidata de Ciudadanos, Begoña Villacís, también ha dado por hecho el pacto: "Madrid va a ser y será el dique de contención" contra el populismo y el independentismo, así como "la capital del constitucionalismo, del liberalismo, del sentido común y del ciudadano", ha dicho a sus seguidores tras ganar para la formación naranja cuatro ediles más.

También cuatro son los concejales que suma Vox, que irrumpe en el Consistorio con casi 123.000 votos. "Ya hemos pasao", ha escrito en Twitter la candidatura de Javier Ortega Smith en Twitter, respondiendo al lema antifascista "no pasarán".

El también secretario general de Vox, ha destacado que, como prometieron, sacarán a la "izquierda sectaria" del Ayuntamiento.

Ortega Smith: "A partir de mañana se acabó Madrid Central"

"Se acabó el Madrid Central y el expolio fiscal a los madrileños", ha añadido el de Vox, agradeciendo la "confianza" y "valentía" de los madrileños. "Madrid se recupera para la libertad", ha agregado.

Con la llegada del bloque de derecha al Consistorio, quedan en el aire proyectos como la Operación Chamartín, que estaba pendiente únicamente de una votación en el Pleno para quedar desbloqueada, 25 años tarde, pero también el área de restricción al tráfico Madrid Central, que el PP ha prometido revertir.

Pero sobre todo, el reto le llega a una izquierda que ha ganado las elecciones pero que está más rota que nunca.

El primer paso será que Más Madrid elija a la, probablemente, sustituta de Manuela Carmena como jefa de la oposición, pero fuera de la institución queda un enfrentamiento con Izquierda Unida y Podemos que ha alcanzado niveles muy broncos y de difícil reconstrucción.