Anette Cabelli, de 93 años y superviviente sefardí del holocausto, ha sido recibida este lunes en el Palacio de la Zarzuela por el Rey, a quien ha narrado el horror que tuvo que vivir en varios campos de concentración nazi.

Cabelli, que en la actualidad reside en Niza (Francia), se encuentra en España para participar en varios actos organizados por el Centro Sefarad-Israel y la Comunidad Judía de Madrid con motivo del mes de la memoria del holocausto.

Felipe VI ha saludado cariñosamente a Cabelli en el Salón de Audiencias de la Zarzuela y ha mantenido con ella una conversación informal en francés antes de posar para los informadores gráficos.

En la reunión posterior, según ha informado el Centro Sefarad, además de contar al Rey algunos pormenores de su vida, le ha agradecido que España aprobara la ley que otorga la nacionalidad española a los sefardíes, los descendientes de los judíos expulsados en 1492 por los Reyes Católicos.

Gracias a esa ley, recibió la nacionalidad española en 2017 y ha podido realizar este viaje con pasaporte español.

Annette Cabelli, que ha acudido a Zarzuela tras celebrarse este domingo el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad, nació el 25 de abril 1925 en Salónica (Grecia).

A partir de la ocupación alemana, las condiciones de vida para los judíos conllevaron trabajos forzados y confinamiento en guetos, y a los 17 años fue deportada a Auschwitz.

Nada más llegar le raparon el pelo y le tatuaron el número 4065 en el antebrazo, su madre fue asesinada, no volvió a ver a un hermano y consiguió salvar a otro al entregar una importante suma de dinero.

Tras dos años y dos meses de cautiverio fue obligada a caminar en una de las llamadas marchas de la muerte que le condujo hasta el campo de Ravensbrück y, desde ahí, al de Malchow.

En 1945 pudo alcanzar junto con otros compañeros de cautiverio las líneas norteamericanas y más tarde rehizo su vida en Francia.

Durante su estancia en Madrid, Cabelli impartirá charlas en varios colegios para que los niños conozcan el testimonio de una persona que vivió directamente el holocausto.