Una decena de agentes de los Mossos d'Esquadra han explicado este lunes, ante el juez que investiga a la cúpula del cuerpo por supuesta pasividad frente al 1-O, que la única directriz que recibieron fue no emplear la violencia en los centros donde los votantes fueran muy numerosos.

Según han informado fuentes policiales, los agentes han declarado como testigos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Cornellà de Llobregat (Barcelona), en el marco de la investigación que tiene abierta contra la cúpula de la policía catalana por supuesta pasividad ante la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordenaba impedir el 1-O.

Los agentes han detallado ante el juez que su actuación fue totalmente profesional y que la única indicación que recibieron sobre cómo debían proceder para impedir el referéndum era no recurrir a la violencia contra los votantes si se encontraban con un grupo muy numeroso bloqueándoles la entrada.

Durante su comparecencia ante el juez, a los testigos se les ha preguntado por las vías de comunicación que utilizaron en la jornada del referéndum, las instrucciones que se les dieron o si el dispositivo planteado era suficientemente amplio para impedir la votación.

Los testigos han precisado que utilizaron los canales oficiales para comunicar a sus superiores la situación que se encontraban en cada centro de votación y las actas que levantaban de ellos.

Los la votación, alegando que eso es una cuestión que a ellos no les compete.

La decena de efectivos que han desfilado este lunes por los juzgados de Cornellà son testigos en la causa que investiga a siete miembros de la cúpula de los Mossos d'Esquadra, entre ellos el exjefe del cuerpo Ferran López, por un delito de desobediencia, por su supuesta pasividad para impedir el referéndum del 1-O.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Cornellà acordó esas imputaciones después de que la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela rechazara asumir la causa por desobediencia que el magistrado le remitió, para que la uniera a la investigación sobre el mayor Josep Lluís Trapero.

La investigación del juez se centra en la "elaboración, aprobación y cumplimiento de las pautas de actuación" de los Mossos d'Esquadra ante el 1-O, así como "los efectos de dicho despliegue policial a la hora de dar debido cumplimiento" a la orden judicial de impedir la votación.

En base a las actas de las reuniones de la cúpula de la policía catalana sobre el 1-O, el juez aprecia indicios de que la actuación de la Prefectura de Mossos "es de naturaleza conjunta y colegiada, y no meramente jerárquica con un único decisor en la figura del mayor que ejerciera su poder unilateral".