El exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Nacional Enrique García Castaño, El Gordo, ha defendido hoy la legalidad de la llamada Operación Kitchen, en la que dice que participó por órdenes de Eugenio Pino, exnúmero 2 de la Policía, ante la alarma social creada por Bárcenas.

En declaraciones a los periodistas tras prestar declaración como investigado, García Castaño ha mantenido que la operación, que según el no se llamaba Kitchen ni tenía ningún nombre, fue legal y que se puso en marcha en esas fechas, 2013, por la alarma social que se produjo al conocer que el extesorero del PP Luis Bárcenas acumulaba una gran fortuna en Suiza.

"Fue una operación oficial de apoyo a la policía judicial que investigaba los papeles de Bárcenas", ha afirmado el excomisario, al matizar que no se trataba de una operación policial en sí sino de "un dispositivo policial para controlar a los testaferros y los fondos de Bárcenas".

Según él, lo de Kitchen es una invención del excomisario José Villarejo, al que ha tildado de "mentiroso", y ha explicado que el nombre puede venir de que al chófer de Bárcenas le llamaban "el cocinero".

Con su comparecencia de hoy, El Gordo ha terminado de declarar por esta operación, urdida desde Interior para sustraer documentos a Bárcenas a manos de su chófer -convertido en confidente policial- y por la que comenzó a declarar ayer, que fue cuando admitió haber cobrado por ello de fondos reservados.

Al finalizar la comparecencia por esta pieza secreta, el abogado de Podemos, personado como acusación popular, ha reclamado al juez que se celebrara una vistilla de medidas cautelares para pedir la prisión de García Castaño (que está en libertad con comparecencias y prohibición de salir de España), pero el juez le ha comunicado que hasta que no acabe de declarar por otras piezas no se celebrará esa vista.

En total ha estado prestando declaración por estos hechos a lo largo de más de cuatro horas y este viernes estaba también previsto que el juez del caso, Manuel García Castellón, junto a los fiscales le interrogaran en el marco de otras dos piezas, Iron y Land, cosa que finalmente no ha ocurrido, por lo que se fijará otro día para que siga el interrogatorio.

La primera vez que García Castaño, considerado mano derecha de Villarejo, pidió declarar sin estar sujeto al secreto oficial lo hizo "en relación a la estructura, organización, medios, fuentes y procedimientos operativos de la UCAO y su participación en operaciones de terrorismo, narcotráfico o corrupción" y sobre el uso de fondos reservados.

García Castaño fue detenido en julio en el marco del caso Tándem y puesto en libertad por el anterior juez, Diego De Egea, con la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer cada 15 días, en contra del criterio de la Fiscalía que pidió su ingreso en prisión.

Tras la declaración de hoy de El Gordo, el próximo lunes seguirá declarando por la Operación Kitchen el propio Villarejo, quien ayer ya reconoció que existió y la definió en la misma línea que García Castaño.

Se han suspendido, precisamente por la declaración de Villarejo, las citaciones de perjudicados de la pieza Land, entre ellos Yolanda García-Cereceda y su exmarido Jaime Ostos, a quienes supuestamente espió Villarejo por encargo de Susana García-Cereceda a raíz de la muerte del padre de ambas, fundador de la lujosa urbanización de La Finca en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Finalmente, el martes está citado por Kitchen a las 15.00 horas Eugenio Pino, al que hoy ha aludido El Gordo como la persona de la que recibió instrucciones en este dispositivo policial de seguimiento a Bárcenas.