La juez de la Audiencia Nacional María Tardón ha vuelto a denegar poner en libertad al excomisario José Villarejo -que lo ha solicitado ya una decena de veces- al considerar que un año después de su ingreso en prisión preventiva persiste un "elevado" riesgo de fuga y de destruir pruebas.

Tardón, que adopta esta decisión en sustitución del juez del caso, Manuel García Castellón, por encontrase este de vacaciones, rechaza así la petición de su abogado de ser excarcelado bajo múltiples fórmulas teniendo en cuenta el tiempo que lleva en prisión, su edad, 67 años, y los problemas de salud que padece.

Para la magistrada "lejos de desaparecer o disminuir con el paso del tiempo" los riesgos de fuga y de destrucción de pruebas "debe, por el contrario, estimarse incrementados en buena medida, según ha ido avanzando la instrucción".

El de fuga porque se han abierto nuevas investigaciones, como la de la operación Kitchen -sobre la sustracción de documentos al extesorero del PP Luis Bárcenas-, y otras, que fueron cerradas por el anterior instructor, Diego de Egea, han sido reabiertas.

Esto supone el incremento de "una eventual condena" y con ello "también lo es del riesgo de fuga", añade el auto.

Además, "las investigaciones llevadas a cabo han puesto de manifiesto su facilidad para trasladarse de unos a otros países tanto dentro como fuera de Europa, los contactos, las conexiones e intereses económicos que (...) tiene en otros países y donde podría refugiarse, eludiendo así sus futuras responsabilidades penales".

Riesgo de destrucción de pruebas que se incrementa según avanza la instrucción

Respecto al riesgo de destrucción de pruebas, la juez señala que el transcurso del tiempo y el avance de la investigación tampoco lo han reducido, por cuanto "la encriptación del acceso a la información telemática constituye una medida de seguridad reveladora del alcance presumiblemente ilícito de los contenidos así protegidos".

Por ello, "mientras se encuentre en proceso el volcado y análisis de la documentación incautada, y aún esté pendiente el descifrado de este material informático, la persistencia del riesgo de destrucción o alteración de pruebas por parte del investigado, que como máximo responsable de la organización criminal, mantendría el control (...) sobre las claves de acceso" resulta "vigente" y su existencia "ciertamente seria y real",

Rebate también la magistrada las alegaciones de la defensa sobre el carácter prospectivo de la investigación, señalando que ese "argumento ha sido expresamente rechazado por la Sala", y sobre las quejas de Villarejo por las filtraciones sistemáticas del contenido del sumario, dice que no entiende "en qué medida pueda guardar relación alguna tal circunstancia con su solicitud de libertad".

"Más allá -prosigue- de que, con ello, se pretenda invocar una descalificación genérica del contenido de las diligencias de investigación practicadas o del carácter espurio del material probatorio incorporado al procedimiento".

Recuerda en este sentido que el propio investigado, cuando declaró en enero del pasado año, "afirmó que la totalidad del material informático intervenido contenía 'información sensible', entendiendo por tal que afectaría a la seguridad del Estado, a altas instituciones del Estado o a la intimidad de terceros" .

Informaciones que, según han ido siendo analizadas, "han aportado un sólido cuadro indiciario de la comisión de múltiples delitos de naturaleza grave".

En cuanto a la repercusión que la cárcel pueda estar teniendo en su salud y atendiendo a su edad, Tardón observa que al solicitar modalidades atenuadas de la prisión provisional no se ha aportado "ningún informe de los servicios médicos penitenciarios distintos de los ya tenidos en cuenta" al serle denegada la puesta en libertad.

Informes que confirmaron que el "cuadro clínico del interno era perfectamente compatible con el régimen penitenciario" que en su caso le ha llevado a estar ingresado en el Módulo Especial de Funcionarios de la cárcel de Estremera (Madrid).

La juez hace también una breve alusión al riesgo de reiteración delictiva, respecto al que "no se contiene ninguna alegación" en el escrito de la defensa de Villarejo, y señala que las conductas delictivas que se le imputan se desarrollaron "durante un prolongado periodo de tiempo".

"Sin que su actuación ilícita con abuso de funciones policiales constituya un hecho aislado, en el contexto de una organización criminal en el que ostentaría una posición jerárquica de máximo control", por lo que también la cree vigente este riesgo.