Andrés Samperio, alcalde del ayuntamiento de Navalagamella, en Madrid, publicó el pasado 19 de diciembre un aviso oficial que, aunque tarde, está levantando pólvora en las redes sociales. En el mismo se emplaza a los vecinos del pueblo a recuperar una tradición tan cruel como ilegal actualmente, la de cazar conejos a palos en fin de año.

En el escrito oficial se avisaba de que "a las 10 horas empieza la cacería del conejo, sin armas de fuego, exclusivamente acompañados por perros y palos", informando del lugar en el que "este año" debían dejar los vehículos, lo que da a entender que el pueblo no ha dejado atrás esta tradición.

Sin embargo, desde el perfil en Facebook del propio Ayuntamiento, días más tarde, ante la polémica suscitada, quisieron aclarar que no se llevaría a cabo ningún tipo de caza a conejos ni a cualquier otro animal porque "no se hace daño a ningún animal en Navalgamella". En su escrito argumentaron que mantienen el nombre de la actividad desde el siglo XVIII por simple tradición pero que "no es real", y desde hace años se ha sustituido la caza por una comida de los vecinos.

En un comunicado publicado en su web, el Ayuntamiento manifiesta su "profundo malestar por una información sacada de contexto y que no se ajusta de ninguna manera a la realidad".