La convicción de que cuando a primeras horas de la mañana del 6 de julio de 2010 la Policía llegó a registrar la vivienda del entonces presidente de la Diputación, el popular José Joaquín Ripoll, él ya lo sabía, hasta el punto de que a uno de los miembros de su familia se le escapó un «ya están aquí», ha llegado a la Fiscalía Anticorrupción. Un sindicato policial nacional con sede en Alicante , la Agrupación Reformista de Policías (ARP), ha presentado una denuncia contra el excomisario José Manuel Villarejo, actualmente en prisión por el caso Tándem, después de que hayan salido a la opinión pública unas grabaciones en las que el mando policial alertaba meses antes de que se produjera ese registro a Ignacio López del Hierro, marido de la entonces secretaria general PP María Dolores de Cospedal, de la investigación que se estaba llevando a cabo en el marco del caso Brugal. El mayor proceso contra la corrupción que se ha instruido en la provincia que dio lugar a más de una veintena de piezas separadas, entre ellas la de las presuntas irregularidades en la tramitación del PGOU de Alicante y en la adjudicación del plan zonal de basuras de la Vega Baja, ambas pendientes aún de juicio.

Junto a la denuncia presentada en la sede de la Fiscalía Anticorrupción de Alicante se aportan grabaciones de conversaciones entre Villarejo y López del Hierro de septiembre y octubre de 2009, meses antes de ese julio de 2010 cuando tuvieron lugar los registros, entre ellos el de la Diputación, y las detenciones de Ripoll y de los empresarios Enrique Ortiz y Ángel Fenoll, entre otros.

Según las grabaciones, el excomisario habría advertido de la existencia de la investigación tanto a Ripoll como a Juan Cotino, entonces vicepresidente del Consell y uno de los mentores del exjefe del Consell Francisco Camps. En la fechada el 16 de octubre de 2009, supuestamente fue López del Hierro quien llamó a Villarejo para que le facilitara información de la investigación que afectaba a Ripoll.

Tiempo para ocultar pruebas

En la denuncia se afirma que «de ser ciertas tales grabaciones y su contenido, desde que el señor Villarejo presuntamente avisó a personas directa o indirectamente relacionadas con altos cargos de PP de la existencia de la investigación judicial y policial contra el señor Ripoll y resto de afectados por la operación Brugal habría transcurrido al menos un año hasta las detenciones y los registros llevados a cabo. Tiempo más que suficiente para que los afectados pudieran, en su caso, preparar las dependencias para su eventual registro, haciendo desaparecer evidencias que podrían haber resultado claves en la instrucción y posterior enjuiciamiento de la trama Brugal».

La ARP asegura que con esta denuncia busca sacar a la luz «corruptelas y abusos varios por parte de funcionarios policiales de alto rango que mercadeaban con la información operativa confidencial con la que trabajaban abnegadamente los policías investigadores sin saber éstos que estaban siendo traicionados por sus superiores». De entre estos no se olvida la ARP en su escrito a la Fiscalía de quien fuera el jefe la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en la etapa en la que se estaba investigando, además de Brugal, el caso Gürtel: el comisario José Luis Olivera.

Tomando de nuevo como referencia las citadas conversaciones, que ya han colocado en situaciones más que delicadas a la Casa Real, a varios ministros de Pedro Sánchez y a la propia Cospedal, los denunciantes ponen al disposición del fiscal las grabaciones en las que Villarejo se vanagloria ante López del Hierro de «haber conseguido parar» durante semanas la investigación de Gürtel, sobre todo en Valencia, gracias a su cercanía con Olivera, «un tío legal y muy tronco con el PP». Una información que Villarejo habría trasladado a Cotino con la advertencia para su sobrino Vicente de que «limpie todos los papeles» en sus negocios en Valencia.

Revelación de secretos

La denuncia se presenta por un delito continuado de revelación de secretos, cargo que se castiga con penas que van de dos a cuatro años de prisión y supensión de empleo o cargo público de uno a tres.

Grabaciones: «Sí, sí, allí hay tomate»

Las conversaciones entre el excomisario Villarejo y López del Hierro que se extractan a continuación están fechadas en septiembre y octubre de 2009, diez meses antes de los registros, y fueron difundida por el digital moncloa.com.

  • Villarejo: También le advertí (a Juan Cotino) de que había una investigación abierta, me parece que te lo dije a ti, del presidente de la Diputación de Alicante.
  • López del Hierro: Si
  • V: Hay una investigación abierta, tiene el teléfono pinchado y está entrando mucho Zaplana
  • LdH: ¿Está entrando mucho a...?
  • V: Mucho. Las llamadas. Y además, lo que pasa es que...
  • LdH: (ininteligible)
  • V: Bueno, pero quería el Garzón y Garzón se enteró del tema (...) De todas maneras le he dicho a Juan (Cotino), háblate con el de la Diputación de Alicante y dile que tiene un marrón con una historia de financiación. (...) Me he enterado de pura chiripa (...) pero vamos, es bueno que tu parienta (Cospedal) lo sepa (...) que tenga un visión global de lo que está pasando y tal...
  • (...)
  • LdH: Me dicen mis amigos que los tuyos están investigando un tema muy gordo en Alicante y que no saben cuál es
  • V: (...) ¿Te acuerdas que comentamos? Si hombre, el tema de las relaciones de Zaplana con el presidente de la Diputación y todo eso. ¿Te acuerdas?
  • LdH: Ahhhh ¿va por ahí?
  • V: Claro, te acuerdas de aquello, que hace ya mes y pico que me preguntaste tu precisamente. Por ahí van lo tiros
  • LdH: Con el presidente de la Diputación de allí de Alicante.
  • V: Efectivamente
  • LdH: ¿Y que allí hay tomate?
  • V: Sí sí, allí hay tomate.