Contestar un mensaje de la aplicación telefónica Whatsapp mientras se conduce deteriora significativamente el rendimiento en la conducción, y aumenta el número de accidentes hasta un 134,5 por ciento en conductores mayores de 55 años, según se desprende de una investigación realizada por científicos del departamento de Óptica de la Universidad de Granada (UGR).

Según ha informado la UGR en una nota de prensa, la investigación ha estado dirigida por las doctoras Carolina Ortiz Herrera y Rosario González Anera, y ha sido publicada recientemente en la revista científica 'Accident Analysis and Prevention'.

Ha analizado cómo influye el uso de la aplicación telefónica Whatsapp en la conducción en función de la edad del conductor. En el estudio, han participado un total de 75 conductores, usuarios habituales de este programa en el móvil, a quienes se dividieron en cuatro grupos, de entre 18 y 24 años; de entre 25 y 39 años; de entre 40 y 54 años, y de más de 55 años.

A todos ellos se les evaluó "la función visual mediante una amplia batería de test". Además, el rendimiento en la conducción de cada participante se evaluó en una primera sesión sin distracción y en una segunda sesión bajo distracción, en la que tenían que responder a una serie de 'whatsapp' mientras conducían en un simulador.

Finalmente, se recopilaron datos sobre la percepción subjetiva que estos conductores tenían de su propia conducción mediante una encuesta denominada 'Driver Behaviour Questionnaire' (DBQ).

Los resultados mostraron que su capacidad para conducir empeoró notablemente al ser distraídos. El uso del teléfono inteligente afectó a "la habilidad de los participantes para mantener una correcta posición del vehículo en el carril".

De este modo, la desviación estándar de la posición lateral del vehículo en el carril aumentó significativamente para todos los grupos de edad, excepto para el grupo de entre 25 y 39 años. Como consecuencia, en la sesión en la que usaron Whatsapp a la vez que conducían, los conductores mostraron "un mayor número de salidas del carril y una mayor distancia recorrida invadiendo el carril contrario".

"El efecto negativo de usar el teléfono móvil al volante fue evidente, ya que el número de colisiones aumentó para todos los grupos de edad", ha destacado Sonia Ortiz Peregrina, investigadora del departamento de Óptica de la UGR y una de las autoras de este trabajo.

Escribir mensajes de Whatsapp mientras conducían afectó más notablemente al grupo de conductores de edad más avanzada, que sufrieron un número de colisiones significativamente mayor que los conductores de entre 18 y 39 años. Sin embargo, "el DBQ reflejó que los conductores jóvenes son los que adoptan más conductas de riesgo al volante, cometiendo más infracciones".

Los resultados del trabajo realizado en la UGR demostraron que algunas funciones visuales están relacionadas con el rendimiento en la conducción. Tanto el deterioro de la sensibilidad al contraste como el incremento del nivel de 'straylight' (parámetro relacionado con la difusión de la luz en los medios oculares, que afecta a la sensibilidad al deslumbramiento), mostraron una correlación estadísticamente significativa con un mayor número de colisiones, una mayor distancia recorrida fuera del carril y un peor control lateral del vehículo.

"Ambos aspectos son dos buenos predictores del rendimiento en la conducción, por lo que deberían ser incluidos en los exámenes visuales para la obtención/renovación del permiso de conducir", ha destacado esta investigadora de la UGR.