Luis Argüello aterriza desde este miércoles en la Conferencia Episcopal Conferencia Episcopal tras proclamar hace menos de dos años, cuando fue ungido como obispo auxiliar de Valladolid, su defensa de una Iglesia comprometida y su vocación de servicio desde la "escucha más honda" y con la "mayor transparencia".

La confianza depositada en Argüello (Meneses, Palencia, 1953) por el cardenal Ricardo Blázquez, obispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, ha sido reeditada esta mañana con su elección como secretario general del máximo órgano rector de la Iglesia en España después de una votación secreta.

Como tantas familias de la segunda mitad del siglo XX, la emigración llevó a Argüello -ordenado sacerdote en 1986- hasta la cercana ciudad de Valladolid, donde estudió en el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes, se licenció en Derecho y fue profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Valladolid.

A su vocación apostólica unió siempre una extensa preocupación por la situación social, los problemas que aquejaban a la clase obrera, y no era raro ver su figura en asambleas, manifestaciones o reivindicaciones de una mejora laboral en el Valladolid obrero de la Transición.

Comunicativo, dialogante, afectuoso y cercano, Luis Javier Argüello no ha soltado lastre a medida que ha asumido responsabilidades en el seno de la Iglesia, sino que ha bruñido las que traía y proyectado a lo largo de su extenso ministerio que inició como formador y rector del Seminario Diocesano después de cursar Teología en el Real Colegio de Agustinos de Valladolid.

El nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal, que sustituye en el cargo a José María Gil Tamayo, designado obispo de Ávila, ha recorrido toda los eslabones del organigrama de la Iglesia en Valladolid, desde el seminario hasta los asuntos económicos, donde se ha caracterizado por su talante, bonhomía y firmeza.

Estas cualidades no pasó por alto Ricardo Blázquez cuando en 2010 empuñó el báculo como obispo de Valladolid, ya que al año siguiente designó a Argüello vicario general (2011) y más tarde obispo auxiliar (2016), como estrecho colaborador para aliviar la elevada carga de trabajo del cardenal tanto en la archidiócesis como en la Conferencia Episcopal y en el Vaticano.

Luis Javier Argüello García da el salto a la secretaría general de la Conferencia Episcopal avalado por el cardenal Ricardo Blázquez a quien le resta un año y tres meses para culminar, en abril de 2020, su mandato como presidente de la CEE, y previsiblemente hacer efectiva la renuncia que el papa no le aceptó cuando cumplió 75 años.

Durante sus últimas intervenciones públicas, especialmente el Sermón de las Siete Palabras que pronunció el año pasado, Argüello ha sido tajante y no rehuido cuestiones sociales de actualidad como la situación de los refugiados en las fronteras de la UE.