La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y su homóloga de Barcelona, Ada Colau, han reivindicado su labor al frente de dos de los llamados 'ayuntamientos del cambio', aunque han admitido que todavía "queda mucho por hacer", motivo por el que ambas se presentarán a la reelección en las elecciones municipales de 2019.

En una charla en el madrileño Jardín de las Vistillas, en la Universidad de Otoño de Podemos, las alcaldesas han abordado los diferentes retos que han afrontado en sus primeros tres años de mandato, tales como el alto precio de los alquileres, los problemas de contaminación o la masificación del turismo.

"Ada y Manuela son dos mujeres que han sabido traducir en hechos el 'sí se puede'", ha aplaudido el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien ha presentado a las dos mandatarias y les ha agradecido que hayan convertido las ciudades que dirigen "en modelo de un nuevo país que se abre paso".

La regidora de Barcelona ha reconocido que "queda camino por recorrer", pero ha invitado a los asistentes al acto a reflexionar sobre la situación en la que se encontraban Madrid con la 'popular' Ana Botella como alcaldesa, Barcelona "con la Convergència del tres por ciento", o Valencia con la "gestión nefasta" de la fallecida Rita Barberá.

"Los hechos son que había otra mayoría social", ha dicho Colau, y ha añadido que "ha cambiado mucho el panorama después de la moción de censura al PP". Como muestra de ello, ha señalado la "excelente negociación de presupuestos" que ha realizado Unidos Podemos con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Tanto ella como Carmena han coincidido en reclamar que se transfiera a los gobiernos locales la competencia necesaria para "paralizar" los precios del alquiler de viviendas, mercado en el que aprecian "una burbuja" como la que estalló en las hipotecas inmobiliarias con la crisis económica.

Carmena ha lamentado la disminución del parque de vivienda pública de la capital de España --llegó a contar con 22.000 viviendas protegidas y ahora solo dispone de 5.000-- y ha reclamado que Madrid tenga al menos 10.000 viviendas públicas para hacer frente a necesidades sociales.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona ha destacado el logro de los 'comunes' en Barcelona, que han conseguido "obligar" a la inversión privada inmobiliaria a destinar mínimo el 30 por ciento de sus construcciones a "vivienda asequible". "Se han encontrado con una administración que les ha dicho: 'Hasta aquí'", ha afirmado.

Carmena, quien ha asegurado que le costó "muchísimo" tomar la decisión de presentarse a la reelección --ha apostillado que si no le hubiesen empujado "entre todos", no lo habría hecho--, ha reiterado que uno de los pilares de su proyecto es hacer de Madrid una ciudad con "un aire limpio".

De esta manera, ha defendido sus medidas encaminadas a terminar con el uso del diésel y con el tráfico que "llena" a la ciudadanía de dióxido de carbono.

Según ella, ha escuchado que las restricciones del tráfico o proyectos como la peatonalización de la Gran Vía pueden hacerle "perder las elecciones", pero considera que no será así porque su equipo está haciendo "posible que Madrid tenga un aire sano". "Con Madrid cooperamos mucho en lucha por el medio ambiente y contra la contaminación", ha apuntado Colau.

Por último, ambas se han referido al turismo y han apostado por una industria sostenible y regulada. Carmena ha abogado por "descentralizar" el turismo y fomentar las actividades artísticas, culturales y de ocio por toda Madrid; mientras que Colau ha aseverado que en esta materia tampoco se puede "mirar hacia otro lado", y ha aplaudido la gestión de su Gabinete al terminar con "un descontrol que era malo para todo el mundo".

"Airbnb se negaba a pagar impuestos, les pusimos multas de 600.000 euros y se sentaron a negociar. Hemos conseguido que quiten pisos ilegales y ahora empezamos a entendernos", ha sentenciado Colau.