El teniente fiscal y portavoz de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, sostiene que en el sumario sobre los atentados en Cataluña no existe constancia de que el supuesto cerebro de la masacre, el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki El Satty, tuviera un vínculo con el CNI.

"Respecto de la implicación o la relación del imán con el CNI, le puedo decir que en el sumario no hay ninguna referencia a esta circunstancia y no hay constancia de nada de ello. No hemos encontrado ningún elemento que ayudase en la investigación en cuanto a esta cuestión", asegura Carballo en una entrevista con Efe, en la que repasa la situación en que se encuentra la causa.

La única relación de El Satty con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que aparece en el sumario, es la visita que en una ocasión le hizo uno de sus agentes en 2014 cuando cumplía condena por tráfico de droga en la prisión de Castellón, dónde también acudieron en tres ocasiones para hacerle "entrevistas policiales" agentes de la Guardia Civil a partir de 2012.

Carballo descarta por tanto la existencia de vínculo alguno de El Satty con el CNI más allá de este encuentro en prisión. En cuanto a la información que remitió un servicio de inteligencia extranjero, concretamente la CIA, alertando sobre un posible atentado en verano en Las Ramblas de Barcelona, Carballo señala que esté tipo de comunicaciones "son habituales".

Estas surgen, cuando en sus propias investigaciones, los servicios de inteligencia de cada país detectan algún elemento que consideran "puede ser un riesgo de atentado", una posibilidad que en España ya se barajaba, teniendo en cuenta el alto nivel de alerta terrorista en la que se encontraba (4 sobre 5) cuando ocurrieron los atentados.

Una vez se reciben estas comunicaciones, "se actúa en la medida que esa información sobre amenazas lo permite", y esto es así porque suelen ser informaciones sobre "amenazas genéricas inconcretas" en la que no se proporcionan "datos de fechas, de personas o de lugares". Este era el caso "sobre esta información recibida de la CIA", que era "genérica", lo que dificultaba avanzar en una investigación, explica.

"Obviamente, Barcelona-España es un objetivo del terrorismo yihadista", destaca Carballo, recordando las reclamaciones sobre Al Andalus y el llamamiento que hizo Dáesh a sus seguidores de no desplazarse más a las zonas de conflicto para que se actúe "en el mismo lugar dónde uno reside".

Para el teniente fiscal "todas estas circunstancias hacen que obviamente España y sobre todo las ciudades más importantes, Madrid o Barcelona, sean un objetivo". "Es algo muy previsible y algo ya conocido sin que ninguna de estas amenazas genéricas arroje ningún elemento nuevo, ninguna luz concreta", insiste.

Y es que "cuando ocurrieron los atentados en España se mantenía un alto nivel de alerta terrorista que es como el que se mantiene ahora" y realmente no cabe hablar de una advertencia que hubiese tenido que generar una actuación que no se llevó a cabo y que con eso se habrían evitado los atentados, concluye.