Las redes sociales, de la misma forma que nos mantienen en contacto con nuestros conocidos y familiares aunque estén a miles de kilómetros de distancia, también son el entorno perfecto para desarrollar negocios que se encuentran al margen o en los límites de la legalidad.

Es el caso de 'Ibiza Balloons' o 'Ibiza Laughing Gas', una especie de empresa dedicada a la venta de gas de la risa en Twitter y al "transporte económico" de turistas, como trayectos al aeropuerto por 10 euros por persona en furgonetas con capacidad para 16 viajeros.

En el perfil de 'Ibiza Balloons' se especifica que trabajan 24 horas y siete días a la semana para proveer de óxido nitroso y que el producto se entrega a domicilio, ya sea en villas, hoteles o playas. Además, anuncian que si se solicitan cuatro cajas de gas de la risa se regala la entrada para una discoteca de la isla.

La 'empresa' se autodenomina "la número uno en entrega de globos a domicilio en Ibiza" y en Twitter cuenta con 35.000 seguidores.

Este no es el único perfil de las redes sociales que ofrece gas de la risa en Ibiza. En una búsqueda rápida solamente en Twitter aparecen una decena, aunque es 'Ibiza Laughing Gas' la que más seguidores tiene.

No permitida la venta para consumo humano y lúdico

Aunque 'Ibiza Balloons' estuviera dada de alta en Hacienda como empresa y pagase todos los impuestos por su actividad económica ya que la venta de óxido nitroso es legal en España, está prohibida para el consumo humano y supone un delito contra la salud pública si se vende para este fin. Estas cápsulas se utilizan, de manera más común, en un entorno sanitario (como sedación) o en la gastronomía (para utilizar sifones con los que emulsionar líquidos).

El Govern balear prohibió el uso recreativo de esta sustancia el 15 de agosto de 2013, ya que sus efectos son nocivos para la salud. Sin embargo, no figura como estupefaciente ilegal.

Este extremo no parece preocupar a los administradores de 'Ibiza Laughing Gas', quienes facilitan en un sitio bien visible de la página un teléfono de contacto en el que realizar los pedidos.

Una caja de 10 cápsulas de óxido nitroso cuesta unos cuatro euros (40 céntimos cada una) pero cada dosis se vende como droga a los consumidores a una media de cinco euros. Aunque no está registrado como estupefaciente, su inhalación tiene efectos inmediatos y dura unos minutos. Entonces llegan las carcajadas, se pierde el control de las extremidades... Y si se mezcla con otras sustancias el consumidor puede acabar en el hospital.

La impunidad en la venta de gas de la risa no sólo se aprecia en internet. Recientemente Diario de Ibiza publicó un reportaje en el que se explicaba cómo estos 'camellos' realizan su actividad ilegal en el paseo de s'Arenal de Sant Antoni a los ojos de todo el mundo sin que ningún policía apareciese por la zona en una hora.