El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subrayado hoy que ETA ha desaparecido tras ser derrotada por la democracia española y, en consecuencia, la política penitenciaria de los presos de la banda terrorista debe ser revisada y los partidos no deben usar este asunto para la división.

Sánchez ha mostrado su disposición a esa revisión en una conferencia de prensa conjunta en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y tras la reunión que mantuvo ayer con el lehendakari, Iñigo Urkullu.

Al ser preguntado por el acuerdo al que llegó con Urkullu para crear una comisión bilateral sobre el acercamiento de presos etarras a cárceles vascas es cuando ha defendido un cambio de la política penitenciaria actual porque "debemos aproximarnos de otra manera -ha dicho- a una realidad que ya es completamente distinta".

Sánchez ha explicado que trasladó a Urkullu y también ha dicho públicamente ("en esto no me escondo, soy claro", ha precisado) que que el Gobierno de España está dispuesto a revisar esa política penitenciaria".

ETA, derrotada por la democracia

"Y por una sencilla razón: porque ETA ha sido derrotada. Lo que le pido al conjunto de fuerzas políticas es que éste no sea un elemento de división cuando la democracia derrotó a ETA", ha añadido.

Y ha proseguido: "Pongamos las luces largas, sepamos que tenemos que normalizar más aún la convivencia en el País Vasco, y desde esa perspectiva es la que va a trabajar el Gobierno".

Sánchez ha insistido en la necesidad de normalizar las relaciones entre el Gobierno central y los ejecutivos autonómicos, y en ese contexto ha enmarcado la reunión que mantuvo ayer con Urkullu.

Tras agradecer el tono constructivo, la actitud y la disposición que le trasladó el lehendakari, ha considerado que eso puede facilitar mucho el traspaso de transferencias pendientes vinculadas al Estatuto vasco.

Sí ha salido al paso de "algunas cosas" que ha leído en los medios de comunicación respecto a la reunión de ayer, ya que considera que no se ajustan a la realidad, como en el caso de la Seguridad Social.

Así, ha asegurado que el Gobierno tiene un objetivo fundamental de garantizar la sostenibilidad de la misma y la viabilidad de las pensiones y que Urkullu comprendió la situación de la Seguridad Social y los retos que tiene por delante.