El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desveló este lunes que su aspiración es "agotar la legislatura" y no convocar elecciones generales hasta el año 2020. "Aspiro a convocar elecciones en el año 2020, a agotar la legislatura", ha dicho Sánchez en una entrevista con TVE desde Moncloa, la primera que ofrece desde que tomó posesión del cargo el pasado 2 de junio.

El presidente ha señalado que su intención, tras ganar la moción de censura contra Mariano Rajoy, es "normalizar" la situación política e institucional del país "y luego convocar elecciones".

Ha explicado que normalizar la vida política significa "gobernar con el Congreso y de la mano de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos y sacar adelante las leyes vetadas por el anterior Gobierno".

A ese respecto, ha asegurado que a él le "gustaría" derogar la Ley de Seguridad Ciudadana y la reforma laboral, aunque ha admitido que en el primer caso "hay mucho más acuerdo parlamentario" que en el segundo, y "hay que ser muy realista" sobre los apoyos con los que puede contar el Gobierno en las Cortes.

Es más, Sánchez ha reconocido que "no hay mayoría" para derogar la reforma laboral en su totalidad, pero sí para "retocar" algunos artículos que han sido "muy lesivos" para las condiciones laborales de los trabajadores.

Como ejemplo, ha citado el artículo referido a la "ultra-actividad" o del artículo 42 que precariza las relaciones laborales de las empresas subcontratadas y darle un impulso "muy intenso" a la igualdad laboral entre hombres y mujeres y a acabar con la brecha salarial.

Reunión con Torra a principios de julio

Por otra parte, el presidente del Gobierno ha manifestado que espera reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, "a primeros de julio" y ha señalado también que ve "razonable" acercar a los presos del 'procés' a cárceles más próximas a sus lugares de origen una vez finalice la fase de instrucción del proceso en el que están inmersos.

Durante su entrevista con TVE, el jefe del Ejecutivo ha adelantado que a lo largo de esta semana confía en cerrar las fechas de sus primeras entrevistas con los presidentes autonómicos --verá a todos-- empezando por el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, y siguiendo por los presidentes de Cataluña, Quim Torra; Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y Andalucía, Susana Díaz, por ser las autonomías que primero se dotaron de un Estatuto de Autonomía.

En la reunión con Torra, Sánchez ve "fundamental" activar un mecanismo que no se utiliza desde el año 2011, la Comisión bilateral entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña.

Antes de la reunión de primeros de julio, Sánchez y Torra coincidirán este viernes en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona, dado que el presidente del Gobierno estará acompañando al Rey.

Preguntado expresamente por la reivindicación del sector independentista de acercar a Cataluña a los presos del 'procés' que se encuentran en prisión preventiva, Sánchez ha señalado que ve "razonable" atender esta petición para trasladarles "a las cárceles catalanas" una vez que termine el periodo de instrucción de la causa.

El objetivo, ha dicho, es que puedan estar "cerca de sus familiares y de los letrados" que les defienden. "En el momento en que se considere sustanciada la fase en la que están ahora mismo inmersos yo creo que el Gobierno de España podrá tomar la decisión de trasladar los presos a las cárceles cercanas a su domicilio", ha precisado.

Acercamiento de presos de ETA

Preguntado por un acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, que pide el PNV, Sánchez ha querido separar esta cuestión de la que atañe a los presos del 'procés'. Los presos de ETA, a diferencia de los responsables independentistas catalanes en prisión preventiva, tienen condenas en firme y, como consecuencia, la legislación penitenciaria establece que hay que estudiar los acercamientos de manera individualizada.

"Después del anuncio de disolución de la banda ETA es evidente que tenemos que abordar el fenómeno de otra manera, con una política penitenciaria distinta", ha defendido, antes de pedir al resto de partidos políticos que éste "no fuera un elemento de discordia". "La democracia derrotó a ETA y, en consecuencia, ese pacto habría de preservarse también cuando estamos hablando de cómo aproximarse a la política penitenciaria en relación con la banda terrorista", ha añadido.

Sobre el debate actual en el País Vasco sobre la renovación de su Estatuto de Autonomía, Sánchez ha pedido al nacionalismo vasco a que aproveche las "oportunidades" que ofrecen la sociedad vasca y española del siglo XXI en lugar de centrar de nuevo la discusión en torno a las identidades y el derecho a decidir, en el que no está, a su juicio, la mayoría de la sociedad vasca.

Sánchez ha confirmado que su intención es agotar la legislatura y convocar elecciones "en el año 2020" porque antes quiere "normalizar" la política en este país, gobernando "con el Congreso, no contra el Congreso" y "de la mano de las Comunidades Autónomas y ayuntamientos" para sacar adelante muchas de las leyes que planteó la oposición y vetó en el Parlamento el Gobierno del PP. "Tarea hay", ha indicado.

Condena a Iñaki Urdangarin

Sánchez se ha referido también a la condena y entrada en la cárcel de Iñaki Urdangarin. Considera que el ingreso en prisión del marido de la infanta Cristina demuestra que la justicia es "igual para todos" y que "no hay nadie por encima de la Ley".

El jefe del Ejecutivo ha enmarcado esta condena en la plena normalidad democrática y en el "correcto funcionamiento" del Estado de Derecho.

"La certeza de que la Justicia es igual para todos, que no hay nadie por encima de la Ley y que la Ley se cumple para todos", ha subrayado.

Con respecto a la situación del PP, Sánchez ha ofrecido lealtad al futuro líder de este partido pero le ha demandado también la misma lealtad para hacer frente a los desafíos que España tiene por delante.

Sí ha acusado al Ejecutivo de Mariano Rajoy de no haber "dejado en muy buen estado" las cuentas de la Seguridad Social, y ha planteado la necesidad de crear "figuras impositivas nuevas" para garantizar el sistema público de pensiones.

El cese de Huerta y la imputación de Planas

El presidente también se ha referido a la primera crisis de Gobierno que tuvo en su primera semana en La Moncloa, con la sentencia condenatoria al titular de Cultura, Màxim Huerta, ya dimitido, por un fraude a Hacienda.

Sánchez ha indicado que esta crisis pertenece ya al pasado, pero ha admitido que si Huerta le hubiera advertido de los dos fallos judiciales que tenía en su contra a este respecto, probablemente no le habría nombrado ministro.

El presidente ha diferenciado entre la situación de Huerta y la imputación del ministro de Agricultura, Luis Planas, en un caso de riego ilegal de aguas en el que la Fiscalía --única acusación personada-- ya ha anunciado que no pedirá juzgar al ministro porque no hay indicios de que conociera ni participase en los hechos.

A diferencia de la condena por el fraude a Hacienda de Huerta, Sánchez ha señalado que sí conocía la imputación de Planas, pero que éste había dado explicaciones "suficientes" para demostrar que nada tiene que ver con el caso investigado por la justicia.

Se reunirá con Macron en su primer viaje al exterior

El presidente del Gobierno ha anunciado que va a emprender una ronda de contactos y viajes con los colegas europeos para abordar una política migratoria común, que comenzará con la visita que hará el próximo sábado al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, en París, al que ha agradecido su apoyo con la acogida a los migrantes del Aquarius. Además, ha citado otras capitales que visitará para tratar el asunto como Berlín o Lisboa.

"El Gobierno tiene que hacer un llamamiento a la solidaridad europea. Esta es una política que solo vamos a poder resolver desde el punto de vista comunitario, con una política migratoria común, con una política de fronteras común y una política de integración y de asilo y refugio común", ha dicho en su primera entrevista desde que es jefe del Ejecutivo.

Además, desde el punto de vista de España, ha apostado por una cooperación reforzada con los países de origen y tránsito de los migrantes, de la manera que ya lo puso en marcha el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero "desgraciadamente en solitario", según ha recalcado, en los años 2004 y 2005 a partir de la conocida como crisis de los cayucos.