La Policía Local de Elche intervino el domingo para identificar a los propietarios de un dron que se estaba pilotando desde una playa cercana al Aeropuerto Alicante Elche y que impactó con un avión comercial, sin producir, afortunadamente, daños personales ni en el vuelo en el que viajaban decenas de pasajeros.

Debido a la presencia del aeropuerto internacional, existe una importante zona de exclusión aérea que afecta a los vuelos de drones, especialmente de carácter recreativo. Este restricción afecta a toda la franja norte y centro del término municipal, debiendo añadir otra zona de exclusión del aeródromo de Catral. Por tanto, la zona de vuelo recreativo quedaría reducida a una zona muy concreta desde las proximidades de la Vereda de Sendres a la altura de La Hoya, que se extendería hacia el sur por La Marina hasta final de término.

Sin embargo, incluso en esta zona existen restricciones o autorizaciones adicionales en caso de sobrevolar parajes naturales protegidos o querer obtener imágenes aéreas. En este último caso, al estar dentro de la zona de restricción militar, se excluirían de las zonas de vuelo la parte sur de La Marina hasta, aproximadamente hasta final de término.

Todo esto sin perjuicio de las limitaciones a la protección de la intimidad de las personas o las limitaciones de capacitación, vuelo visual, altura de vuelo, peso del aparato o actividad sobre edificaciones. Muchos de estos requisitos y datos pueden ser consultadas en la web de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) o proveedores de servicios de navegación e información aeronáutica como ENAIRE.

Desde 2014, con la aprobación del primer marco regulador temporal para actividades con drones, se han habilitado casi 3.000 empresas en el sector, además de 3.693 pilotos y 4.283 drones; También se dedican a ello en España 74 escuelas de formación y una veintena de fabricantes, según datos oficiales.

Bajo el requisito obligatorio de la seguridad, en España los drones podrán sobrevolar entornos urbanos con personas, siempre que no sobrepasen los 120 metros de altura ni un peso superior a 10 kilogramos.

En el caso de que la actividad pudiera entrañar riesgos, según AESA, se exigirían medidas para mitigarlos (ampliar el número de hélices de los drones, acompañarlos de paracaídas, acordonar zonas de trabajo para evitar accidentes, etc).

El radio visual máximo de desplazamiento de los drones en la ciudad será de cien metros, a una distancia de al menos 50 metros en horizontal de edificios y personas, lo que hace pensar que de momento, multinacionales como Amazon no optarán por transportar mercancías por el aire, según el experto.