La Mesa del Parlament ha aceptado este martes que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont (JxCat) pueda delegar su voto en un compañero de su grupo y lo ha hecho pese a que los letrados de la Cámara han advertido de que existen dudas de que sea legal.

Fuentes parlamentarias consultadas por Europa Press han explicado que la delegación de voto se ha tramitado con el voto a favor de ERC y JxCat, los dos partidos independentistas que tienen mayoría en la Mesa del Parlament, y pese al rechazo de Cs y PSC.

Los letrados que han asistido a la reunión de la Mesa han advertido de que aceptar la delegación de voto podría colisionar con la interlocutoria del Tribunal Constitucional del 27 de enero que puso condiciones a la investidura del propio Puigdemont.

El punto 4.C de aquella resolución estableció, entre otras cuestiones, que "los miembros de la Cámara sobre los que pese una orden judicial de busca y captura e ingreso en prisión no podrán delegar el voto en otros parlamentarios".

Las mismas fuentes han advertido de que la decisión de la Mesa podría incurrir en desobediencia al Alto Tribunal y, en consecuencia, podría acarrear consecuencias penales para los miembros del órgano rector de la Cámara catalana.

Los argumentos de JxCat

Fuentes de JxCat consultadas por Europa Press han defendido que ya existen las condiciones para que Puigdemont delegue su voto sin que ello ocasione problemas legales a los miembros de la Mesa: recuerdan que el expresidente ya ha pasado a disposición judicial y está "privado de libertad".

Según el partido del expresidente, esto sitúa a Puigdemont en la misma posición que los diputados catalanes que están en cárceles españolas --Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull--, y que han delegado el voto en los plenos sin que haya pasado nada.

Además, JxCat alega que la interlocutoria del Tribunal Constitucional del 27 de enero se pronunciaba sobre la investidura de Puigdemont, que hoy por hoy ya no es candidato a la Presidencia, por lo que consideran que aquella resolución ya "no es aplicable" ahora mismo.

Defecto de forma

En la reunión, Cs ha alegado que no solo ven ilegal que el expresidente delegue el voto, si no que existe un "defecto de forma" en la solicitud que ha presentado: está firmada en el Palau del Parlament y recuerdan que Puigdemont no ha estado nunca en la Cámara desde que empezó la legislatura.

"Como mínimo, que hagan las cosas con un poco de formalidad", alegan desde el partido de Inés Arrimadas, que ahora estudiará si impugna la decisión de la Mesa a través del mecanismo parlamentario habitual, la petición de reconsideración.

El PP y los comuns no están representados en la Mesa del Parlament pero se les permite asistir a sus reuniones y este martes lo han hecho: los primeros para posicionarse en contra de la delegación, mientras que los segundos no se han pronunciado, pese a que fuentes del grupo han explicado que no lo ven con malos ojos.