Si hay una persona que ha vivido de cerca todos y cada uno de los pasos que ha dado Mariano Rajoy desde que accedió a la Presidencia del Gobierno ese es Jorge Moragas.

Se había convertido prácticamente en su sombra y era difícil no verle a su lado, sobre todo en las citas internacionales del jefe del Ejecutivo y en las que ha hecho no sólo de jefe de Gabinete, sino también, cuando ha sido preciso, de traductor.

Y a su lado ha estado igualmente en muchas de las caminatas mañaneras que el jefe del Ejecutivo ha protagonizado por todo el mundo con motivo de su presencia en cumbres diversas.

Junto al presidente ha vivido el día a día en Moncloa desde diciembre de 2011 y es ahora, con su nombramiento como embajador de España ante la ONU, cuando se hace realidad que abandona el cargo.

Ya se había barajado con insistencia cuando Rajoy se hizo por segunda vez con la Presidencia del Gobierno y se le colocaba en las quinielas del nuevo Gobierno y, sobre todo, al frente del Ministerio del Interior.

Quienes conocieron algunos de los pormenores de cómo se conformó el "Rajoy 2" (como gusta llamar el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo al actual Gobierno) aseguraron después que pudo elegir y, finalmente, optó por continuar en el puesto que ahora deja vacante.

No sólo ha sido en los últimos años una pieza clave en el Gobierno, sino también en el Partido Popular, donde tras una larga trayectoria, en las últimas citas electorales fue el director de campaña.

Moragas, diplomático de carrera y nacido en Barcelona el 21 de junio de 1965, se ganó la total confianza de Rajoy cuando se alineó con él en el Congreso del PP de Valencia celebrado cuatro meses después de la segunda derrota electoral del que sigue siendo líder del PP.

Su aportación al partido ha sido también decisiva en Cataluña, al ser uno de los artífices del cambio de perfil, más centrista y moderado, que el PP emprendió en esta región.

Por ello debe abandonar el cargo con un regusto amargo por el hecho de que la aplicación del artículo 155 de la Constitución no haya conllevado en las elecciones de ayer la pérdida de la mayoría para los partidos independentistas.

Tras afiliarse al partido en el año 2001, Aznar le recompensó nombrándole secretario de Relaciones Internacionales del partido.

Firme defensor de la libertad en Cuba, su 'salto a la fama' lo dio el 15 de octubre de 2004, cuando fue expulsado de la isla por el régimen castrista por pretender reunirse con la disidencia.

En aquel viaje, también se hizo célebre la mochila que llevaba consigo a todas partes y que daba nombre a un blog que tiene inactivo justo desde el día antes de las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 que condujeron a Rajoy a la Moncloa.

Él fue quien logró contagiar a Rajoy el interés por las nuevas tecnologías, animándole a que abriera cuentas en Facebook y Twitter para extender su mensaje en las redes sociales.

A su vocación de "hombre de mundo" desarrollada como diplomático, suma su afición a las motos y a los tebeos.

Ahora deja Moncloa y su nuevo destino será embajador en la ONU. Un motivo de peso para que Rajoy acuda el próximo mes de septiembre a la Asamblea General de Naciones Unidas tras varios años en los que no ha estado presente en esta cita.