Los Mossos d'Esquadra cargaron esta noche contra un grupo de manifestantes que estaban situados ante la consellería de Economía de la Generalitat en Barcelona y que impedían la salida de la comitiva judicial y de los guardias civiles que habían entrado a realizar un registro por orden judicial a las ocho de la mañana de este miércoles. Los últimos agentes que permanecían en estas dependencias abandonaron el edificio pasadas las 7.00 horas tras casi 24 horas de registro en la conselleria, donde ya se ha reanudado la actividad laboral.

Tras algunas cargas y empujones, la policía autonómica logró crear un cordón de seguridad que abarcaba un pequeño tramo de la acera situada ante la sede de las dependencias de la consellería y el lateral de la Rambla de Catalunya, donde se encontraban aparcados tres vehículos de la Guardia Civil, que quedaron absolutamente destrozados por los manifestantes.

Un grupo de agentes de la Guardia Civil que se encontraba en la sede de la conselleria de Economía de la Generalitat abandonaron estas dependencias por el pasillo de seguridad creado por los Mossos.

Cinco agentes de paisano abandonaron el departamento pasadas las tres de la madrugada y, tras recorrer un pequeño tramo de Rambla de Catalunya, giraron por Gran Vía, donde subieron a unos vehículos sin logotipos policiales, en los que se fueron escoltados por los Mossos d'Esquadra.

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Advertencias de los Mossos

La policía autonómica había advertido por megafonía a los manifestantes, algunos de los cuales se habían sentado en el suelo, de que iban a intervenir para despejar la zona, en la confluencia de Rambla Catalunya y Gran Vía, en el centro de Barcelona.

La policía autonómica se había desplegado en medio de los abucheos de algunos manifestantes, mientras otros pedían calma y lanzaban consignas como "manos arriba", para dejar patente el carácter pacífico de la concentración.

Además, algunos de los concentrados lanzaron varios objetos contra la policía autonómica, especialmente latas de bebidas.

Los Mossos cargan y hacen un pasillo de seguridad. Vídeo: Twitter/@EliseGaz

Antes de las cargas, los trabajadores del departamento de Economía que seguían en su interior pudieron abandonar las dependencias de la administración autonómica y fueron recibidos por un pasillo creado por los voluntarios de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

Cuando tuvo lugar la actuación policial, la mayoría de los manifestantes ya habían abandonado el lugar y sólo quedaban unos centenares de personas, después que los responsables de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, habían dado por finalizada la concentración, que llegó a reunir a 40.000 personas, según la Guardia Urbana.

Los manifestantes gritan "las calles siempre serán nuestras". Vídeo: Twitter/@EliseGaz

Ambos se habían encaramado en uno de los vehículos de la Guardia Civil que había en la zona para convocar a sus seguidores mañana a las doce del mediodía, ante la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Horas antes, en el transcurso de la concentración, dos policías no uniformados que habían salido de las dependencias de la Generalitat tuvieron que ser protegidos por voluntarios de la ANC mientras eran increpados por los manifestantes, algunos de los cuales les han lanzado diversos objetos.

Ante las agresiones, se vieron obligados a refugiarse en el Teatro Coliseum, situado en la Gran Vía, mientras los voluntarios de la ANC intentaban calmar los ánimos.

Llamada del juez a Trapero

Este jueves ha trascendido que a causa de la protesta frente a la consejería de Economía, el juez que investiga el 1-O llamó anoche al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para ordenarle que los agentes de la policía catalana abrieran un corredor de seguridad para permitir la salida de la comitiva judicial y de la Guardia Civil del edificio.

Un portavoz de los Mossos d'Esquadra ha precisado a Efe que el mayor de la policía catalana estuvo a lo largo de todo el día en contacto permanente con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, y el fiscal Superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, para darles cuenta del dispositivo que había montado para garantizar la protección de la comitiva judicial y de los guardias civiles que practicaron los registros.

Según la versión de los Mossos, cuando el juez llamó a Trapero para ordenarle que facilitara la salida de la secretaria judicial y los agentes, éste le aclaró que llevaba todo el día en contacto con los responsables del TSJC y de la Fiscalía en relación con ese asunto.

Trapero, según el portavoz de Mossos, precisó además al juez que era la propia comitiva judicial quien había ido retrasando su salida del edificio, voluntariamente, porque aseguraba que no había terminado aún la diligencia que había ido a practicar.

De acuerdo con la versión de la policía catalana, primero fue la secretaria judicial la que manifestó que quería abandonar el edificio, por lo que se le facilitó la salida, mientras que los agentes de la Guardia Civil "en algún momento" aseguraron a los Mossos que tenían la intención de permanecer toda la noche en el interior del Departamento de Economía.