El juez del caso Palma Arena, José Castro, ha archivado la pieza relativa al incremento del patrimonio del expresidente del Govern balear Jaume Matas tras desistir la Fiscalía Anticorrupción de presentar acusación en su contra por falta de pruebas.

Castro ha dictado hoy un auto de sobreseimiento provisional de la pieza 24 del caso Palma Arena una vez el ministerio público le ha comunicado que, aunque es patente "un incremento no justificado del patrimonio" de Matas y "el uso reiterado de dinero opaco para la adquisición de bienes muebles y contratación de diferentes servicios", no hay pruebas del origen ilícito de esos fondos.

El pasado septiembre el juez instructor pidió a las acusaciones que se pronunciaran tras cerrar la investigación apreciando indicios de blanqueo de capitales por parte de Matas, su esposa Mayte Areal, su cuñado Fernando Areal y otras cinco personas.

Además de la compra y rehabilitación de la vivienda del casco antiguo de Palma conocida como el palacete, se habían investigado la compra y reforma de un piso en Madrid y gastos relacionados con propiedades en la Colònia de Sant Jordi, al sur de Mallorca.

Sin embargo, la Abogacía de la Comunidad, personada en la causa, desistió de acusar al entender que carecía de legitimidad porque el delito que se atribuía a los imputados no afectaba a las arcas autonómicas, y ahora la Fiscalía ha hecho lo mismo al carecer de pruebas para demostrar sus sospechas.

Castro señala que en estas circunstancias la ley de Enjuiciamiento Criminal determina que el instructor acordará el sobreseimiento de la causa, en la que también estaba personado "como teórica acusación popular" el PP de Baleares, que ha mantenido "una absoluta inactividad", detalla.

La Fiscalía, en un escrito que firma Pedro Horrach, argumenta que "el tipo delictivo de blanqueo de capitales requiere indicios sólidos de la comisión de un delito precedente" que no han aflorado en esta instrucción.

Sí se ha constatado, sostiene, que Matas adquirió una vivienda de lujo de la calle Sant Felio de Palma, que acabó vendiendo para hacer frente a fianzas, y disfruta del uso de un piso en Madrid que presuntamente pertenece al exconseller de Obras Públicas de su primer Govern, Bartomeu Reus. Además, también veranea en un piso en la Colònia de Sant Jordi que adquirió su madre, ya fallecida.

Horrach expone que el expresidente balear disponía de un patrimonio muy superior al que explicarían sus ingresos y los de su familia y que, aparentemente, utilizó a su madre y a Reus para comprar los pisos de Madrid y la Colònia, y añade que se han acumulado indicios de que adquirió muebles y contrató servicios con dinero negro.

"En nuestro país el enriquecimiento ilícito (o incremento patrimonial no justificado), considerado de forma aislada, no es constitutivo de infracción penal", puesto que tiene que probarse un origen delictivo del dinero, agrega.

Como las tres condenas que pesan sobre Matas en otras tantas piezas del caso Palma Arena (la última por el caso Nóos) no castigan hechos por los que Matas se hubiera enriquecido y los terceros presumiblemente utilizados para adquirir los pisos constituyeron y pagaron aparentemente con sus medios la correspondientes hipotecas, la Fiscalía no dispone de pruebas para acusar al exministro.

Además, la línea de investigación abierta por Castro para determinar si en la adjudicación presuntamente fraudulenta del hospital Son Espases de Palma hubo sobornos en favor de Matas no ha dado resultados positivos, agrega Horrach, que apostilla que del incremento patrimonial sospechoso no se han derivados delitos fiscales.