El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha defendido la propuesta de cambio de los Estatutos porque convierten a su partido "en el más democrático de Europa, y de España como mínimo", y le resitúa además en el espacio que le corresponde como fuerza "liberal progresista", dejando a un lado la socialdemocracia.

Rivera, en una rueda de prensa en la sede de Alcalá al término de la última ejecutiva de 2016 de Ciudadanos, ha puesto en valor los cambios aprobados el sábado por el Consejo General "casi por unanimidad", ya que consolida el modelo de primarias para todas las elecciones y todas las circunscripciones.

Ciudadanos ha aprovechado también para redefinirse ideológicamente al suprimir de sus Estatutos el concepto de partido socialdemócrata, que "no era una definición de partido", según Rivera, para adecuarse a sus nuevos objetivos como fuerza "de ideario nacional y europeo que quiere gobernar" a partir de 2019.

Porque si Ciudadanos ha preferido hasta este momento quedarse en el banquillo de la oposición en aquellos territorios donde ha facilitado la formación de Gobierno, a partir de las próximas autonómicas podría entrar a gobernar en Ejecutivos "limpios de corrupción" porque ya estará preparado para hacerlo, ha dicho Rivera.

Los cambios propuestos en los estatutos también afectan al régimen disciplinario de los militantes puesto que ahora, por primera vez, recogen que cualquier manifestación de discrepancia grave con la ideología o principios del partido realizada públicamente puede acabar en expulsión.

Novedad que tiene el objetivo de "proteger" los intereses de los militantes, ha subrayado Rivera, quien ha asegurado que en Ciudadanos hay "30.000 corrientes de opinión", tantas como afiliados, que pueden opinar diferente a la dirección pero no ir en contra del partido.

También el Consejo General dio luz verde a la creación de un comité permanente de la ejecutiva, no con la finalidad de establecer un control paralelo, ha aclarado el presidente de Ciudadanos, sino para ocuparse "del día a día del partido".

Se trata de una estructura "al servicio de la ejecutiva" similar a los comités de dirección que tienen el PP y el PSOE y con la que la formación naranja se adecúa al "tamaño" que tiene ahora.