La crisis abierta en el PSOE, que se ha precipitado con la dimisión de buena parte de la Ejecutiva del partido, podría facilitar una hipotética investidura o, por contra, bloquear aún más la situación política y abocar al país a la convocatoria de terceras elecciones en el plazo de un mes.

Tras la reunión de este jueves de lo que queda de la Ejecutiva del PSOE, el primer hito en este calendario frenético comenzará este sábado con la celebración de un Comité Federal extraordinario con el que Sánchez pretende convocar primarias el 23 de octubre y un congreso federal extraordinario el 12 y 13 de noviembre.

Sánchez se aferra al cargo y, a falta de una nueva dirección de urgencia que cambie el rumbo del partido, el todavía secretario general del PSOE se mantiene firme en su oposición a que Mariano Rajoy pueda ser investido.

Es más, a pesar del maremoto en sus filas, el secretario de Organización, César Luena, ha insistido en que su intención es seguir intentando un gobierno "de cambio" junto a Podemos y Ciudadanos, a pesar de que ambos socios se vetan entre sí.

Un hecho que impide, de facto, que esa investidura saliera adelante, a lo que se suma que Pablo Iglesias ya ha dicho que esa posibilidad, a día de hoy, es "ciencia ficción".

La otra opción es que Pedro Sánchez renuncie finalmente al puesto y deje paso a una gestora más proclive a facilitar, con la abstención del PSOE, un gobierno de Rajoy. El calendario hasta el 31 de octubre, fecha límite para la investidura, obliga a acelerar los plazos.

Sólo quedan tres semanas hábiles para convocar un debate de investidura, y, previamente, el Rey debería celebrar una ronda de consultas para sondear las intenciones de todos los partidos. Una semana factible para esa ronda sería la del 10 al 14 de octubre, en la que el día 12 es festivo.

Si el Rey propone un candidato, el pleno de investidura podría celebrarse el 18 y 19 de octubre, día en el que se celebraría la primera votación, en la que el candidato necesita mayoría absoluta.

La segunda votación, en la que ya sólo requiere de mayoría simple, se convocaría 48 horas después, esto es, el viernes 21 de octubre.

Hasta el 31 de octubre de plazo

Esto con el plan más optimista, aunque todo indica que no podrá convocarse ese debate de investidura hasta la ultima semana de mes, al límite del plazo para disolver las Cortes y convocar elecciones, que expira el lunes 31 de octubre, un mes exacto de la primera votación frustrada de Mariano Rajoy.

Ese hipotético debate se celebraría el 25 y 26 de octubre y la segunda votación y definitiva el viernes 28.

Se cumple ahora un mes desde que Mariano Rajoy fracasó en su intento de ser investido presidente del Gobierno.

A Rajoy le faltaron seis votos del Congreso para ser investido y entonces, como ahora, todas las miradas estaban puestas en el PSOE.

Se reclamó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, una abstención de su partido como gesto en favor de la gobernabilidad del país y, entonces, como ahora, se negó.

Una negativa que ha tenido mucho que ver en la sublevación de la mitad de su ejecutiva que ha renunciado al cargo para intentar forzar su marcha y el cambio de rumbo en el PSOE.