El ‘exyonki del dinero’, Marcos Benavent, ha declarado ante el juez por la pieza de los contratos zombis en Imelsa (cobrar sin trabajar) y los finiquitos desorbitados. Benavent, que sigue fiel a su estética hipster, ha respondido a los periodistas que “claro que alguna gente” entraba en Imelsa con contratos irregulares, “aunque toda no”.

Sobre los criterios para acceder a un puesto de trabajo en la empresa pública dependiente de la Diputación de Valencia, el exyonki del dinero ha admitido que “era puro enchufismo”, aunque sobre los detalles simplemente se limitó a decir que “todo se aclarará en su momento”. Aunque no rehuyó su responsabilidad al respecto.

"¿Quién era el responsable?", se le ha preguntado. “Entre todos. Yo, que era el que firmaba, y quién nos daba los nombres”. Aunque al ser preguntado sobre si era el expresidente de la Diputación, Alfonso Rus, quien le daba las indicaciones, Bernavent se ha limitado a contestar que “ahora lo aclararé”.

Benavent ha asegurado a la salida de su declaración ante el juez por los contratos zombis en Imelsa que “sí que había una caja B, como en todos los sitios" en el Partido Popular. Benavent, que ha comparecido ante el juez y ha respondido a las preguntas de todos los letrados durante dos horas, ha asegurado que la trama se repartía “comisiones del 2% y el 3%” de las que él se quedaba “una pequeña parte”.

El resto lo entregaba a “personas del partido” que por ahora no ha querido identificar y que eran los mismos que estaban al frente de la presunta “caja B” de la formación política, a quien Benavent ha aconsejado “que se lo hagan mirar, porque peor no lo pueden hacer, aunque la gente les siga votando”. Él exyonki del dinero ha admitido que las comisiones se cobraban en billetes de 100, 200 y 500 euros y que se repartían tanto en el Ayuntamiento de Valencia, como en la Diputación de Valencia, “en coches o restaurantes”.

Al ser preguntado sobre la participación directa de personas como Alfonso Rus y su número dos en el partido, Vicente Betoret, Benavent ha admitido que con el exvicepresidente de la Diputación contó dinero en un vehículo, “el famoso 2% y 3% de todo el mundo, esto era lo mismo”. Y sobre Betoret respondió que “desconozco lo que pudiera conocer” de todo este asunto aunque “como era el número dos del partido él sí que estaba en la cocina de muchas cosas”.

Respecto a los contratos en la empresa pública Imelsa a zombis, gente que cobraba sin trabajar, Benavent ha confirmado que eran “favores que se hacían a todos los partidos políticos”. Y que las indicaciones para contratar las recibía directamente del exvicepresidente de la Diputación, Alfonso Rus, y su jefe de gabinete, Emilio Llopis.