El discurso de Alejandro Cao de Benós (Tarragona, 1974) es tan peculiar como su historia: un aristócrata comunista, un tipo que es primogénito de los marqueses de Rosalmonte y que daría su vida por la causa obrera, un catalán capaz de ganarse la confianza de los inaccesibles líderes norcoreanos a base de visitas al país.

De Benós es desde hace 20 años delegado para el Comité de Relaciones Culturales e Internacionales de Corea del Norte, algo así como el nexo entre Occidente y aquel país, el más hermético del mundo, en el punto de mira de la ONU y Amnistía Internacional por violaciones de derechos humanos. Allí, 24 millones de personas viven bajo el régimen comunista de Kim Jong-un, sin acceso libre a internet ni poder salir del país.

El único problema que tiene De Benós, un tipo de trato amable en las distancias cortas, es que su enérgico discurso no puede ser contrastado por nadie más que él.

-¿Dónde se vive mejor, en España o en Corea del Norte?

-En Corea del Norte, sin duda.

-¿Qué tiene Corea del Norte que no tenga España?

-La seguridad. Si le das a alguien a elegir entre un país con supermercados y ropa de moda que puedes ver pero no comprar, y otro país en que no hay droga, no hay asesinatos, no hay maltrato a la mujer y hay vivienda y comida gratis, no hay duda.

-¿Por qué Corea del Norte es tan hermético?

-Tradicionalmente es un país que siempre ha sido invadido, y eso hizo que se cerrase. Ahora es la manera de conservar nuestro sistema, basado en el socialismo.

-¿Cómo vive la gente allí?

-No hay desempleo, la vivienda es gratuita. La gente estudia, o trabaja o está en el Ejército. Hay cero por ciento de analfabetismo. Todos los sueldos los paga el Estado. Es un sistema socialista puro, sin elementos capitalistas.

-¿Cuál es el salario mínimo?

-Sobre 60 euros al mes. Pero no es comparable a España, allí es todo mucho más barato. Todos los ciudadanos, sin excepción, reciben un cupo de leche de soja, arroz y huevos gratuitamente.

-¿Un norcoreano puede formar un partido político al margen de los tres que hay?

-No, porque es un sistema socialista. No se puede ir contra la revolución. No se puede romper con el sistema. Si alguien quiere crear cincuenta peluquerías, por ejemplo, para enriquecerse, rompe con el sistema.

-Eso no es democracia.

-Eso pasa igual en el capitalismo. Le invito a que vaya a buscar trabajo a cualquier periódico diciendo que es usted representante sindical o comunista y verá cómo acaba pidiendo en la calle.

-¿Cree en la democracia?

-¿Qué significa democracia? Viene del griego y es que el poder lo tiene el pueblo. En el capitalismo, el poder no lo tiene el pueblo sino la oligarquía, los poderosos. Aquí tenemos una dictadura de la cartera. Si eres rico, tienes acceso a todo; si no, te mueres de hambre.

-¿Se puede pensar distinto, decirlo y que no te pase nada?

-Claro que sí.

-¿Y por qué están prohibidas las manifestaciones?

-Son un tipo de protestas que crean división social. Para protestar hay cauces. En cada distrito hay una oficina de quejas dirigida por un representante del Parlamento. Puedes acudir a ella o presentarte a las elecciones a ese puesto, que son cada cinco años.

-¿Es posible que en un régimen no haya corrupción?

-Siempre hay un mínimo. Hace poco tuvimos a un corrupto que era general y fue ejecutado. Eso les pasa a los corruptos allí, no como en España.

-¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI el Estado no les deje a sus ciudadanos acceder libremente a internet?

-Internet está limitada a universidades e investigación. Los ciudadanos tienen acceso a una red interna donde se filtran los contenidos.

-¿A usted, que se crió en un régimen de libertades, esa censura le parece bien?

-No queremos que entren cosas dañinas como el suicidio colectivo o la yihad terrorista.

-¿Por qué usted puede tener Twitter y sus compatriotas no?

-Lo tengo porque me lo han pedido. No queremos que a Corea del Norte lleguen cosas como violencia, asesinatos... Tú preguntas a un joven norcoreano qué es la cocaína y no tiene ni idea.

-¿Y sabe, por ejemplo, que fuera de su país las personas pueden viajar libremente?

-Si no tienes dinero, no puedes. Nosotros no vamos a permitir que una población privilegiada se vaya de vacaciones. O vamos todos o no va ninguno.

-Entonces los norcoreanos no dependen de su esfuerzo.

-Ahí está la clave. Hay que pensar en la comunidad. Esto no es un yo, mí, me, conmigo. O subimos todos o nos hundimos.

-Pero no todos son iguales, es imposible, unos trabajan más, otros son más vagos...

-Para eso hay un control y unas leyes. Todos deben contribuir por ley, por eso no hay mendigos. Hay 12 años de enseñanza obligatoria. Y luego decides, o seguir estudiando, o aceptar un trabajo del Estado o ir al Ejército.

-¿Y si te quieres ir del país?

-Las cosas no funcionan así.

-¿Cómo está la economía?

-Muy bien. Creciendo a un 12 por ciento anual. Ahora mismo, no hay ninguna persona pasando hambre.

-¿Por qué no se ofrecen las estadísticas económicas a los organismos internacionales? Se evitarían especulaciones.

-Primero porque a Corea no le importa un carajo lo que piensen los demás. Y porque es la manera de evitar que EE UU sepa cómo nos financiamos.

-¿Cuál es la capacidad militar y nuclear real del país?

-Tenemos la bomba nuclear. Es nuestro seguro de vida. Si no, estaríamos como Libia.

-¿Hay libertad religiosa?

-Tenemos las religiones tradicionales, no se permite la entrada a otras como el islam. Hay budistas, chondoístas y cristianos protestantes y católicos.

-¿Y cómo les llega a los norcoreanos católicos el mensaje del Papa?

-No les llega. Puedes ser católico y no depender del Vaticano. Los católicos tienen una federación y una asamblea y allí deciden. Leen la misma Biblia y respetan al Papa, pero no reciben órdenes del Vaticano.

-¿Por qué los turistas no pueden pasear libremente por Pyonyang, la capital de Corea del Norte?

-No nos fiamos. Puedes ser un espía. Si tú me abres las puertas de tu casa, ¿me dejas husmear en tus cajones?

-No es lo mismo.

-Para nosotros sí. En Corea del Norte las casas no se cierran. Los servicios de espionaje no tienen otra forma de entrada al país que no sea el turismo.

-¿Cuántos de los 200.000 presos políticos que hay en el país logran recuperar su vida?

-No hay ningún preso político en Corea del Norte. Ni uno.

-Hay informes de la ONU y de Amnistía Internacional que lo acreditan y que denuncian torturas, ejecuciones, crímenes...

-Es propaganda. La ONU es otro brazo más del imperialismo. Ese informe es mentira.

-Pues está basado en testimonios de norcoreanos.

-En dos o tres que se escaparon a Corea del Sur y están a su servicio. Uno de ellos dice que mataron a su padre y el padre salió hablando en la televisión norcoreana. Ese documento no aporta ninguna prueba real.

-¿Cómo es posible conseguir pruebas si a los observadores internacionales no se les deja entrar en el país?

-Porque no son independientes. Están controlados por EE UU. Y si vas a venir a destrozarme, te cierro las puertas.

-¿Cuántos campos de concentración hay en el país?

-Son campos de reeducación.

-¿A quién hay que reeducar y por qué?

-A los criminales.

-¿Pero entonces hay crímenes? ¿En qué quedamos?

-En un país de 24 millones de personas siempre hay un pequeño porcentaje. En Corea existe la pena de muerte. Cuando te sentencian para ir a prisión, vas al campo de reeducación. Y allí vas a currar y a pagar el daño que has hecho, no como en España, que en prisión ves la tele, consumes droga y manejas mafias.

-¿Y allí hay torturas?

-Si haces tu trabajo, no. Si te rebelas y no lo quieres hacer, te dan un cogotazo, lógicamente.

-¿Qué no le gusta de Corea del Norte?

-El burocratismo excesivo. Y el temor de la mayoría de los norcoreanos. En Corea del Norte perder el honor es más importante que perder la vida. No se arriesgan por miedo y eso te impide progresar a más velocidad.

-¿Qué opina de la película "The Interview" que tanta polémica causó en EE UU?

-Un acto terrorista. Es un asesinato de un líder viviente. Que prueben a hacerlo con Obama o Felipe VI, a ver qué pasa.

-¿Peligran los cines que la reproduzcan?

-En absoluto. No es nuestra forma de actuar. No matamos a civiles. Si tenemos que responder a EE UU lo haremos destruyendo la Casa Blanca o el Pentágono, no un cine. Si nos atacan, responderemos con misiles nucleares al corazón de Washington o Nueva York. Lo saben, por eso no nos atacan.