El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado hoy al exdirigente etarra José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, por ordenar el secuestro y posterior asesinato en julio de 1997 del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco.

Velasco ha adoptado esta decisión en un auto tras reabrir el pasado enero este sumario a petición de la Fiscalía, basándose en un informe policial sobre la aparición de dos cartas manuscritas y firmadas por Kantauri, en las que "daba instrucciones precisas sobre la ejecución del secuestro" y que fueron halladas en el registro en 1997 del piso que ocupaba en Basauri (Vizcaya) el comando autor del secuestro.

En base a este y otros indicios, el juez procesa ahora a Kantauri -que cumple ya condena por el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa en 1998, y que está imputado por el asesinato del concejal del PP Gregorio Ordóñez en 1995- como responsable de los delitos de inducción al secuestro y asesinato terrorista.

No obstante, Velasco no podrá notificarle formalmente a Kantauri este nuevo procesamiento hasta que Francia no autorice su entrega a España para ser juzgado por estos hechos.

En el auto, el juez va desgranando los indicios que le llevan a asegurar que fue Kantauri, conocido también por los alias de "Navarro" o "Josetxo", fue "quien ordenó tal muerte", la de Miguel Ángel Blanco.

Uno de ellos, es un informe de inteligencia de la Guardia Civil de 2002 en el que ya se atribuye "la responsabilidad del hecho" a Arizcuren Ruiz como jefe militar de ETA en la fecha en la que se produjo el asesinato y "por tanto responsable directo de los comandos activos a quienes dirigía las órdenes de atentar".

El informe hace además referencia a un boletín interno de ETA de 1993 en el que la banda se plantea atentar contra políticos del PP, PSOE o PNV como medio de presión para "encontrar soluciones".

En base a esa nueva estrategia y con la intención de "presionar aún más al Gobierno", la dirección de ETA planeó el secuestro de un concejal del PP bajo la amenaza de asesinarlo en 48 horas si el Ejecutivo no accedía a sus exigencias de acercamiento de presos.

Según ese informe, fue Kantauri, como responsable del llamado "Aparato de ilegales", quien trasladó ese nuevo objetivo a los comandos armados.

A esto se une la dos cartas halladas en el piso franco de Basauri y en la primera de ellas, poco antes de la ejecución de Blanco, pedía a los comandos "poner toda la fuerza posible en levantar a un concejal del PP, dando un ultimátum de días para que los presos estén en Euskadi. En relación a este tema (secuestro) hacerlo lo antes posible..."

En la segunda misiva, fechada dos meses después del asesinato, les insiste en la importancia de "levantar un concejal del PP" y les recuerda que es "el secuestro lo que crea inestabilidad y contradicciones mayores por su dureza. Venga eskideak darles fuerte y levantar a uno lo antes posible".

Además de estos indicios, el juez indica que existen otros en sumarios por los que ha sido condenado, como el del asesinato de Jiménez-Becerril, en el que aparecen informes policiales que señalan a Kantauri como "responsable del cambio de estrategia" y como la persona a la que los comandos debían solicitar "su autorización concreta para atentar contra políticos" algo que no sucedía si el objetivo pertenecía a otro colectivo como la Policía.