La sociedad Aizoon, propiedad al 50 % de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, contrató en 2007 como auxiliar administrativa a una mujer que realizaba tareas de cocina y limpieza en la casa de la pareja, ha declarado la empleada en su declaración como testigo en el juicio del caso Nóos.

La compareciente, que ha declarado por videoconferencia, trabajó junto a su esposo para la pareja Urdangarin-Borbón desde 2006 a 2009. Inicialmente, estaban contratados directamente por el matrimonio como empleados del hogar y cuando se creó Aizoon fueron dados de alta en esa sociedad.

La trabajadora doméstica, que supo a posteriori que fue registrada como auxiliar administrativa, ha justificado el contrato con Aizoon en que también limpiaba el despacho profesional que Urdangarin tenía en su domicilio familiar del barrio barcelonés de Pedralbes.

En la misma línea ha testificado antes que ella su marido, quien ha relatado además que la contratación por parte de una empresa les facilitaba la obtención de un crédito bancario para comprar un piso.

Los testigos se han contradicho respecto al origen de la iniciativa de cambiar la modalidad del contrato, ya que mientras él ha asegurado que fue una propuesta de Urdangarin la mujer ha manifestado que se lo pidieron ellos para tener acceso al crédito hipotecario.

De alta en la Seguridad Social sin trabajar

Una empleada de la empresa Aizoon, propiedad de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, ha admitido hoy que su contrato no se correspondía con ningún servicio real y que recibía 60 euros al mes por estar dada de alta en la Seguridad Social sin trabajar.

La mujer ha declarado como testigo en la vigésima tercera jornada del juicio del caso Nóos y ha relatado al tribunal que antes de Aizoon trabajó para Virtual Estrategies, empresa de Diego Torres, socio de Urdangarin.La compareciente, que tenía 18 años, fue contratada por mediación de Patricia Tejeiro, sobrina de Diego Torres que también fue empleada ficticia, según declaró la semana pasada en la vista ante la Audiencia de Palma.

La testigo ha relatado que estuvo contratada por las empresas de Torres y Urdangarin durante cuatro años, pero no le fue asignada ninguna tarea, ni recibió más remuneración que los 60 euros mensuales y nunca conoció ninguna persona relacionada con las actividades de las sociedades que le dieron de alta en la Seguridad Social.

Otro testigo ha declarado antes que firmó un contrato con Nóos Consultoría Estratégica, sociedad de Urdangarin y Torres, pero que igualmente no trabajó y cobró 60 euros al mes durante los "tres o cuatro meses" que estuvo dado de alta. Accedió a ese falso empleo por mediación de la sobrina de Diego Torres.

Según ha declarado el excontable de Nóos Marco Tejeiro, acusado en el procedimiento, y han confirmado varios testigos, las sociedades relacionadas con el Instituto Nóos dieron de alta a trabajadores que no prestaban ningún servicio para obtener ventajas tributarias.

La jornada del juicio de hoy, en la que están programadas un total de once declaraciones por videoconferencia, ha arrancado con la comparecencia de un empleado que, aunque sí prestó servicios para Nóos, no recordaba por qué empresa estuvo contratado y ha explicado que los compañeros de trabajo comentaban que estaban dados de alta por distintas sociedades aunque participaran en los mismos proyectos.