La dimisión de Esperanza Aguirre ha puesto en jaque a la dirección del PP. La ya expresidenta de los populares de Madrid renuncia por "responsabilidad política" tras las últimas informaciones aparecidas acerca de una supuesta financiación irregular en el partido.

Pero los supuestos casos de financiación ilegal no son nuevos en el PP. Han pasado quince meses desde que se destapara la Operación Púnica en los populares de Madrid. Sin embargo, tras la detención de Franciso Granados, su número dos, Esperanza Aguirre se limitó "pedir disculpas" y a asumir "su responsabilidad". ¿Por qué dimite ahora?

Tres días antes de la dimisión de Aguirre, la Guardia Civil se personaba en la sede del PP de Madrid para registrar el lugar en el que trabajaba Beltrán Gutiérrez, exgerente de los populares en la región. Gutiérrez está siendo investigado por presuntos delitos de blanqueo de capitales y de cohecho dentro de la trama Púnica que afecta al partido.

Esta investigación parte de las anotaciones encontradas al ex secretario general del PP madrileño Francisco Granados, uno de los principales líderes de la trama Púnica y a quien el juez ya dijo durante su declaración que creía que parte del dinero "hinchado" en los contratos se lo repartían entre el partido y él. La estrecha relación que hubo entre Esperanza Aguirre y Granados es lo que ha acelerado la decisión de la expresidenta, según sus propias declaraciones.

Sin embargo, el caso Púnica no es el primero que salpica a Esperanza Aguirre. Hace ya siete años que la trama Gürtel vio la luz, un caso que, aunque no implicaba directamente a la ´lideresa´, si lo hacía a personas cercanas a su gestión.

Alberto López Viejo, número dos en la Consejería de Presidencia bajo el mandato de Aguirre y hombre de máxima confianza de la expresidenta, fue uno de los mayores cargos afectados por la Gürtel.

Según la investigación, López Viejo amañó numerosos contratos a favor de Francisco Correa, el empresario que manejaba los hilos de la trama. Uno de esos contratos afectaba al PP madrileño y a la supuesta financiación fraudulenta de las campañas de Esperanza Aguirre en 2003.

Esperanza Aguirre también se vio implicada en una trama de corrupción que afectaba a Ignacio González, uno de sus principales colaboradores. El que fuera hasta hace unas pocas semanas secretario general de los populares en Madrid era investigado hace casi un año por blanqueo de capitales tras la compra de un ático de lujo en Marbella.

Todos estos casos de corrupción que han salpicado al PP madrileño han llevado a Esperanza Aguirre a la dimisión. Una renuncia que no llega en el mejor momento para la cúpula del PP y que puede que sea la primera de una larga lista de "sacrificios".