Sobre el expresidente del gobierno balear, Jaume Matas, pesan por el caso Nóos un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso con otro de prevaricación y falsedad en documento público (por los que se enfrenta a una petición de ocho años de prisión y 20 de inhabilitación absoluta) y un último de fraude a la administración (tres años y diez de inhabilitación).

El pasado mes de enero, el exdirigente del PP dio un primer paso de cara al reconocimiento de los hechos en los que habría intervenido en el marco del caso Nóos, al poner a disposición de la Audiencia Provincial de Baleares la mitad indivisa del palacete que posee en el casco antiguo de Palma para cubrir parte de la fianza de responsabilidad que se le reclama. Se trata de la primera vez que Matas, sobre quien pesan dos condenas firmes por corrupción -por una de ellas cumplió nueve meses en prisión- reconocería los delitos que se le imputan.

Cabe recordar que los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau pusieron la lupa sobre el exmandatario en 2009 tras detectar posibles irregularidades en la compra del palacete, por el que el exdirigente 'popular' pagó unos 980.000 euros pese a que el inmueble, de más de 700 metros cuadrados y de estilo manierista, estaba tasado en 2,4 millones.

A partir de ese momento, se iniciaron unas intensas investigaciones conocidas con el nombre de Operación Buckingham y dirigidas a averiguar los pormenores que rodearon al el elevado tren de vida que llevó Matas mientras era máximo mandatario balear. Efectivos de paisano de la Guardia Civil recorrieron incluso varios establecimientos en los que Matas compró el mobiliario para el palacete y donde su mujer efectuó lujosas y continuas compras en efectivo, tal y como documentaron los agentes.