El exregidor de Marbella Julián Muñoz y otros seis exconcejales del GIL se han declarado este lunes culpables en el marco del juicio del caso Goldfinger, en el que se analiza el pelotazo urbanístico dado con la parcela que el matrimonio Connery tenía en el municipio, y que se ha iniciado esta mañana en la Ciudad de la Justicia.

Más allá de esta conformidad, a la que se han acogido los siete exgilistas, ha sorprendido el mal estado de salud del exregidor. Y ha informado a la Sala de un detalle que no se conocía: ha sido operado recientemente de corazón, intervención en la que se le puso un stein en la arteria coronaria.

El propio Juan Antonio Roca lo ha ayudado a levantarse. Está muy delgado, lleva un chándal negro y se ha ayudado de una muleta. Una vez más, se ha mostrado "arrepentido" de sus delitos y ha pedido perdón a Marbella.

Anticorrupción quiere interrogarlo pero en cuanto eso ocurra será eximido de seguir viniendo al juicio, cuyo fin está previsto para Marzo.

Muñoz ha aceptado un año por dos delitos urbanísticos. El resto de concejales que se adhieren al acuerdo con la Fiscalía son: José Luis Fernández Garrosa, Alberto García Muñoz y Tomás Reñones, que han aceptado nueve meses; Rafael González y Marisa Alcalá, que aceptan doce meses, y Javier Lendínez, que se conforma con quince meses. Todos ellos se declaran culpables de un delito urbanístico.

Al año de Muñoz habrá que sumarle a lo que se le condene por un delito de fraude, cuya comisión ha aceptado, aunque su abogado, Javier Saavedra, ha dicho que en trámite de conclusiones alegarán para tratar de bajarle la pena.

Para el resto de los acusados, el juicio continuará. Para Roca se piden once años de cárcel. Hay en total 16 acusados por el pelotazo que causó un perjuicio económico de 2,4 millones de euros al Consistorio.

En el caso de Roca, su abogada, Rocío Amigo, ha sorprendido al tribunal y a los asistentes al asegurar que Anticorrupción ha presentado 102 nuevos procedimientos contra el exasesor de Urbanismo recientemente y le ha recordado que lleva diez años en prisión, que esta es la tercera vez que se le juzga por los mismos hechos y que ya merecería recibir un permiso carcelario. Está condenado a penas que suman 30 años.