El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido este martes de que incumplir la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de suspender la consulta catalana del 9 de noviembre es incompatible con la democracia y ha mostrado su disposición a hablar de la reforma de la Constitución aunque no lo considera prioritario.

Rajoy ha respondido ante el pleno del Senado a sendas preguntas del PSOE y de CiU relacionadas con la apuesta soberanista catalana y en las que ha recibido críticas de inmovilismo e "involución democrática".

El portavoz de CiU, Josep Lluís Cleries, ha asegurado que el objetivo de su fuerza política es votar el 9 de noviembre y ha garantizado que se hará en libertad "para ganar -ha dicho- nuestra libertad y la democracia que nos quieren quitar".

Además, ha avisado de que por mucho que se suspendan leyes y derechos, la voluntad de los catalanes de decidir su futuro sigue más viva que nunca.

El jefe del Gobierno ha respondido que "es triste ver en un Parlamento democrático que algunos sostengan que lo que hay que hacer es incumplir la ley, después de que el Tribunal Constitucional por unanimidad haya dicho lo que ha dicho ayer".

Para Rajoy, eso es lo que es "claramente incompatible con la democracia" y, por ello, ha invitado a CiU a la reflexión.

La Constitución, a su juicio, es la que garantiza que los ciudadanos puedan expresar libremente su voluntad.

"La Constitución no es un muro; la Constitución -ha precisado- es un cauce de convivencia, es la mayor expresión de concordia que el pueblo español se ha dado; es sinónimo de democracia, de libertad, de derechos fundamentales y de voto, y ha dado a Cataluña y otras comunidades su máximo nivel de autogobierno".

Por todo ello, ha considerado que lo que ha hecho "algún responsable político" -en alusión a Artur Mas- es saltarse la Constitución porque no tiene competencias para convocar una consulta y está privando al resto de españoles de ejercer su derecho a decidir qué quieren que sea su país.

"Aquí no se trata de votar o no votar, sino de que todos los gobernantes tienen la obligación de cumplir la ley y no atentar contra a los derechos de todos los ciudadanos", ha añadido Rajoy, quien ha sentenciado: "Si no hay ley, no hay democracia".

Si a alguien no le gusta la ley, lo que hay que hacer, según el presidente del Gobierno, es intentar cambiarla por los cauces previstos porque "en democracia, las leyes no se violan, sino que se cambian por los procedimientos establecidos".

Rajoy también ha hablado de la Constitución en su respuesta a la portavoz del PSOE en el Senado, María Chivite, quien, en su primer cara a cara con el presidente del Gobierno tras asumir la portavocía de su grupo, le ha pedido que se pronuncie sobre una eventual reforma de este texto.

Chivite ha reiterado el apoyo del PSOE a los recursos planteados por el Gobierno contra la consulta catalana, pero ha acusado a Rajoy de "inmovilismo" y le ha pedido que sea él quien "tome la iniciativa de abrir la Constitución y poder dialogarla".

El jefe del Gobierno ha querido dejar claro que no tiene como prioridad esa reforma, pero se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas de los socialistas porque es a ellos a los que cree que corresponde explicar "qué quieren hacer, para qué y con quién" en vez de limitarse a hacer "eslóganes o frases".

"Hoy he aprendido algo: hay que hacer una reforma de la Constitución pero yo tengo que decir cuál es el contenido de la reforma que quieren hacer ustedes. Eso es muy complicado", ha señalado.

Rajoy ha considerado que hay que ser prudentes al abrir un proceso de reforma constitucional porque no puede ser "un comodín para dar respuesta a todo".

Chivite le ha instado a dar el paso de la reforma: "Haga un ejercicio de altura política, aunque no sea más que uno, y acepte cambiar la Constitución".

Por su parte, el portavoz de CiU ha acusado a Rajoy de "esconderse" detrás de la Constitución y le ha reprochado que impida a un pueblo expresar su voluntad e imponer "la democracia del silencio".

También se ha referido a Cataluña el portavoz del PNV en el Senado, Jokin Bildarratz, quien en la pregunta que ha dirigido a Rajoy sobre duplicidades en las administraciones central y vasca, ha lamentado que el Gobierno no haya tardado ni 48 horas en impedir que la sociedad catalana sea consultada.