El jefe de la célula desmantelada este viernes en la ciudad española de Melilla y la vecina marroquí de Nador en un operativo conjunto es un melillense, hermano de un hombre que sirvió en el pasado en el Ejército español, dijeron a Efe fuentes cercanas al operativo.

El detenido, que había viajado a Mali y también a otros lugares para practicar la yihad, se encargaba de captar adeptos en Marruecos, especialmente en la zona de Nador, en el noreste del país magrebí.

Al parecer, el trato con su hermano le había permitido ejercitarse en el manejo de armas y técnicas de combate, y de algún modo esto le facilitó convertirse en líder de esta célula transfronteriza que supuestamente se había declarado fiel a la organización Estado Islámico (EI).

Por su parte, el citado ex militar se unió en el año 2012 a las filas de la organización terrorista MUYAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental), en la órbita de Al Qaeda. Posteriormente cambió y se incorporó al Estado Islámico y actualmente se encuentra combatiendo en las filas de este grupo terrorista en Siria o Irak, según ha informado Interior en un comunicado. Desde ese lugar seguía "desempeñando funciones de coordinación de la estructura ahora desarticulada".

La operación conjunta de la Policía Nacional española y la Dirección General de Vigilancia del Territorio marroquí ha permitido detener a 9 personas, ocho en Marruecos y una en Melilla, y recuperar documentación que está siendo estudiada, añadieron las fuentes.

Entre los detenidos hay varios desplazados y los investigadores sospechan que podrían haber estado a las órdenes del grupo yihadista en Irak y Siria, han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

Las fuentes recalcaron el carácter "conjunto y cronometrado" de la operación policial de hoy, fruto de la estrecha colaboración policial entre los dos países, que tiene además un importante componente preventivo gracias al continuo intercambio de información.

Las investigaciones conjuntas llevadas a cabo por los servicios policiales de España y Marruecos han podido determinar que el grupo ahora desmantelado desarrollaba actividades propias de una auténtica milicia terrorista, como entrenamientos físicos específicos y la adopción de férreas medidas de seguridad para eludir el control policial.

Los miembros de esta estructura desarticulada también coordinaban sus actuaciones con grupos vinculados a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) establecidos en el norte de Mali.

Atentados en Marruecos y Europa

El Ministerio del Interior indica que, por las investigaciones realizadas, no se descarta que los yihadistas retornados, tras permanecer en zonas de conflicto como Siria e Irak, se encuadraran en células activas para la comisión de atentados tanto en Marruecos como en Europa siguiendo las instrucciones de las organizaciones terroristas matrices de referencia.

En España, la investigación ha sido dirigida por el magistrado Javier Gómez Bermúdez, titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, a cuya disposición pasará el detenido en Melilla, y quien ha declarado secretas las actuaciones.

En Marruecos, una vez finalizadas las investigaciones dirigidas bajo la supervisión de la Fiscalía General Marroquí competente, los detenidos serán presentados ante la autoridad judicial. La operación realizada en estrecha colaboración entre la Dirección General de Vigilancia del Territorio y la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía sigue abierta.

Otros militares de la Yihad

Con este ya son tres los ex militares españoles que han sido identificados desde el pasado enero como miembros de células yihadistas, aunque sólo uno de ellos ha sido detenido.

El primer yihadista del que se tuvo conocimiento su antigua vinculación al Ejército fue Jamal Alcala Damir, ex militar que perteneció nueve años a la Legión y que tras abandonar las Fuerzas Armadas en 2005 comenzó a reclutar a simpatizantes.

Como ha ocurrido con la célula desarticulada hoy, este ex militar también estaba afincado en la ciudad de Nador y en el momento de su detención el pasado mes de enero se dedicaba a reclutar adeptos en distintas ciudades marroquíes.

Durante sus años en las Fuerzas Armadas, Jamal Alcala Damir estuvo desplegado en Irak, donde, según consta en los informes de la Legión, se negó a repeler ataques de células yihadistas contra las tropas españolas, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

El pasado mayo, otra célula terrorista fue desarticulada con la detención de 26 personas. La investigación confirmó que uno los presuntos miembros de esta red que no pudo ser arrestado, Zakaria Said Mohamed, también sirvió en las Fuerzas Armadas durante tres años.

Según la investigación, en el momento de la desarticulación de la célula este ex militar se encontraría en Malí realizando labores de adiestramiento operativo sobre colocación de artefactos explosivos y manejo de armas.