El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves en Nueva York que la Unión Europea debe dar la batalla por la integración frente al "empuje de los nacionalismos exacerbados" y los "populismos", ya que, según ha dicho, "la unión y no la desgregación es el signo de los tiempos".

En una conferencia pronunciada en el foro Council on Foreign Relations en Nueva York, Rajoy ha recordado que el año 2014 hay elecciones al Parlamento europeo y ha advertido que en una situación "crítica" desde el punto de vista económico como la actual es cuando los "detractores" de la integración "aplauden con más fuerza".

"Los europeos deberemos dar la batalla por la integración y las reformas frente al empuje de los nacionalismos exarcerbados, los populismos de nuevo cuño y los proyectos netamente antieuropeos que la crisis también ha contribuido a alimentar", ha manifestado el jefe del Ejecutivo.

En su intervención, Rajoy ha recordado cómo el mundo veía a España el año pasado, al borde del rescate y con medios que vaticinaban su "salida del euro" y la "quiebra nacional". Un año después, ha proseguido, el panorama es diferente porque la prima de riesgo "ha caído en picado", se ha reducido el endeudamiento externo, el déficit comercial ha "desaparecido" y han crecido las exportaciones.

"Pocos países pueden presentar estas credenciales", ha aseverado. De hecho, ha subrayado que la pasada semana uno de los principales bancos de inversión norteamericanos, Morgan Stanley, recomendaba "comprar deuda española en un informe que tituló 'Viva España'".

El presidente del Gobierno ha afirmado rotundo que el Gobierno ha puesto la "casa en orden" y ha hecho "los deberes", poniendo en marcha un "ambicioso" plan de reformas, como la financiera o la laboral, que a su juicio han generado "una relación causa-efecto" en la confianza en España.

"España ha vuelto para quedarse"

Rajoy ha confirmado que seguirá trabajando en la misma línea y manteniendo "el mismo rumbo" porque las reformas están empezando a dar "frutos" y su objetivo es "alinear al país en la senda de la inversión, el crecimiento y la creación de empleo".

"España ha asumido las enseñanzas del pasado, sabemos a dónde vamos, tenemos un plan, determinación para cumplirlo y una mayoría que nos apoya. España ha vuelto y lo ha hecho para quedarse", ha proclamado el presidente del Gobierno.

Tras asegurar que el país tiene "fuerza y vitalidad" para "superar cualquier reto", ha destacado su posición geopolítica de "vanguardia" porque se trata de una España "moderna y activa" en Europa, "volcada en el Mediterráneo" y "conectada con una América que se asoma al Pacífico como hicieron los primeros navegantes españoles hace ya algunos siglos".

Reforma de la Administración

En el turno de preguntas, Rajoy se ha referido a cuestiones internas como la reforma de la administración pública que, según él, "es de las menos lúcidas, pero muy importante". Que España tenga ahora 300.000 empleados públicos menos y haya llevado a cabo una congelación salarial, ha argumentado, ha permitido que mejore la competitividad.

Rajoy ha explicado que su Gobierno quiere una "racionalización en los tres niveles", en alusión al Estado, las comunidades autónomas y los municipios. "Queremos una administración adecuada en tamaño, razonable en el número de empleados, sin duplicidades, más rápida y ágil", ha detallado.

Como ejemplo, se ha referido a que hasta hace poco una persona que quería abrir un comercio tenía que pasar por varias ventanillas de la administración para atender varios trámites. "Ahora basta con un papel firmado que diga que ha cumplido con todas sus obligaciones", ha explicado, "y si luego ha engañado tendrá una sanción".

La economía sumergida ha sido uno de los temas cuestionados por el público del Council on Foreign Relations en Nueva York. Rajoy ha reconocido que "lee estadísticas" sobre este asunto, pero ha añadido que le gustaría tener "pruebas" que sostengan los datos más pesimistas. "Si supiera que hay gente que no paga impuestos o cotizaciones, lógicamente iría a por ellos", ha comentado.

Espionaje

Las relaciones de España con EEUU también ha sido motivo de pregunta, en concreto por el espionaje llevado a cabo por la Administración Obama. Rajoy se ha limitado a responder que la intimidad es un derecho al que todo el mundo aspira y a constatar que "muchas veces, por razones de seguridad, se toman determinas decisiones". Según el presidente, lo importante es que "se sepa con meridiana claridad contra quien se actúa" en el espionaje para que "no se equivoque el objetivo".

Asimismo, Rajoy ha aprovechado su presencia en este foro para recordar en un par de ocasiones que España opta con "decisión y ambición" a ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad en el bienio 2015-2016 con la "pretensión de contribuir a resolver los grandes desafíos y para defender la paz y la seguridad internacionales".

Finalmente, ha señalado que hay que hacer de Naciones Unidas "una herramienta resolutiva y eficaz". "Representan la legalidad internacional y España defiende su reforma urgente para adaptarla a la sociedad actual", ha dicho.