Las pruebas incriminatorias contra Rosario Portoy su exmarido Alfonso Basterra, imputados por el homicidio de su hija Asunta, de 12 años y cuyo cuerpo fue abandonado en una pista forestal de Teo el pasado domingo, siguen acumulándose. Las medicinas y el teléfono móvil centran aún más en la madre las sospechas del crimen. Además, Asunta pudo haber sufrido por parte de su madre un "episodio de agresión" antes del verano, según fuentes cercanas a la investigación, lo que habría propiciado el ingreso hospitalario de Rosario Porto por problemas psiquiátricos en julio.

La pequeña fue drogada con diazepán, un depresor del sistema nervioso con propiedades sedantes. La misma medicina que tomaba su madre para los problemas psiquiátricos. El seguimiento del teléfono móvil de los dos imputados situaría en algún momento a Rosario Porto en las inmediaciones del cadáver de su hija. Además, las cámaras de seguridad grabaron juntas a Asunta y su madre sobre las 8 de la tarde, una hora en la que según Rosario había dejado a la niña haciendo los deberes en su casa de Compostela. Otras cámaras recogen imágenes del vehículo que conducía la imputada rumbo a su casa de recreo de Teo, donde los investigadores sitúan el crimen.

Colilla con ADN del padre

Los indicios contra su exmarido, Alfonso Basterra, apenas han trascendido. Los investigadores apuntan a que fue él quien compró el diazepán con el que se drogó a la niña, que fue sedada antes de atarla con una cuerda naranja que se correspondería con una bobina hallada en la casa familiar de recreo de Teo, para posteriormente causarle la asfixia. Otras fuentes de la investigación apuntan que se habría detectado su ADN en alguna de las colillas recogidas en las inmediaciones de la pista forestal donde apareció el cuerpo de la pequeña, a cinco kilómetros de la casa de Teo.

Tras el registro realizado en el domicilio familiar del Ensanche compostelano en el que residían Asunta y su madre, se comprobó que la niña no era la heredera del importante patrimonio dejado por sus abuelos maternos. La Guardia Civil localizó, entre el material incautado en la vivienda, un testamento redactado en 1975 por Socorro Ortega Romero y Francisco Porto Mella, en el que dejaban todos sus bienes a su única hija Rosario Porto Ortega, que aún no estaba casada. El juez solicitará un certificado de últimas voluntades al Registro Central de Madrid para comprobar que no existen testamentos posteriores que lo modifiquen.

Aunque Rosario Porto tiene a su nombre la mayoría del patrimonio heredado de sus padres, éstos habrían legado en vida algunos bienes a Asunta, según se desprende de las investigaciones. La Guardia Civil no descarta el móvil económico como detonante del homicidio, si bien mantienen abiertas otras líneas de investigación. Además, se investiga si dos robos de joyas denunciados por Charo Porto en la casa de Teo donde supuestamente mataron a la pequeña y en un piso de Santiago, esconden una presunta estafa al seguro para hacerse con liquidez. También les ha llamado la atención los aparentes problemas de liquidez de Porto y Basterra, hasta el punto de dejar facturas de luz o recibos de comunidad impagados.

A primeras horas de la mañana de ayer trascendió que la Guardia Civil quería investigar la muerte de los abuelos maternos de Asunta, que fallecieron de forma repentina con apenas siete meses de diferencia en 2012. Por la tarde, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia emitía un comunicado en el que informaba de que el magistrado de Instrucción 2 de Santiago, José AntonioVázquez Taín "no está investigando ninguna otra muerte", ni se busca a más implicados en el crimen.

El periodista Alfonso Basterra y su exmujer, la abogada Rosario Porto, fueron trasladados ayer desde el cuartel de la Guardia Civil de Lonzas en A Coruña, donde permanecen detenidos, al registro de sus domicilios en el Ensanche de Santiago. Sus vecinos les recibieron al grito de "asesinos" y con abucheos. La inspección de la vivienda en al que residían Rosario y Asunto duró varias horas, mientras que la comisión judicial finalizó el registro de la de Alfonso en apenas media hora. Ambos fueron trasladados de nuevo a Lonzás. Pero antes, una mujer, Rosario Villaronga Porto, que dijo ser prima del padre de Rosario Porto, explicó visiblemente alterada que la familia piensa que tras este suceso hay un móvil económico.

También ha causado sorpresa la estrecha amistad de Rosario Porto con Messaoud- El Omari, un ciudadano marroquí, exsindicalista de CCOO, que estos días está siendo juzgado en Santiago acusado de explotación de inmigrantes. En la vista oral que finalizó ayer el fiscal solicitó para él siete años de prisión. Omarí negó ayer a FAR DE VIGO cualquier relación comercial con Rosario y haber viajado con ella a Marruecos. Aduce que desde que fue detenido en 2009 no puede salir de España pues le retiraron el pasaporte y debe comparecer periódicamente en el juzgado. Conoció a Rosario a través de un amigo común con el que sí tendría relación comercial la abogada.

Por otra parte, el Gobierno chino pidió ayer que se resuelva cuanto antes el caso de Asunta. La Embajada en España se ha puesto en contacto con la Policía española y espera que "ésta pueda averiguar lo antes posible lo ocurrido, y detener al asesino para garantizar verdaderamente la seguridad y el derecho legal de los niños adoptados", se indica en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.