El Gobierno ha aprobado "un recargo complementario y temporal" de dos años en rentas de trabajo y "especialmente" de capital en el IRPF, así como el alza del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y la supresión de las bonificaciones al gasóleo profesional, con lo que espera ingresar más de 6.000 millones.

Así lo ha anunciado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha desgranado posteriormente las medidas fiscales adoptadas por el Ejecutivo, ha asegurado que el impacto recaudatorio supondrá unos ingresos superiores a los 6.000 millones y ha precisado que en un escenario normal podría ser de 6.200 o 6.300 millones.

Montoro ha incidido en que la mitad de la recaudación del IRPF tiene como destino las comunidades autónomas, mientras que la del impuesto de bienes inmuebles la ingresan las corporaciones locales, por lo que ha subrayado que de esta forma se está financiando la administración territorial.