El juez del 'caso Gürtel', Antonio Pedreira, celebrará este lunes una comparecencia para decidir si prorroga la prisión preventiva al empresario Francisco Correa y al ex secretario de organización del PP gallego Pablo Crespo al haber superado el plazo máximo previsto en la ley de dos años encarcelados, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

De este modo, Correa y Crespo saldrán de la cárcel momentáneamente para ser trasladados a la sede del TSJM, acompañados por sus abogados defensores. En la comparecencia, las partes personadas se pronunciarán sobre su posición de mantener o no a los principales imputados en prisión preventiva.

La citación estaba prevista para el próximo 26 de enero, pero se ha adelantado ante la imposibilidad del abogado de Correa de acudir por sus obligaciones en el 'caso Malaya'. Además, estaba previsto que Antoine Sánchez acudiera también, pero se le dejó en libertad la semana pasada.

La Fiscalía Anticorrupción se mostrará previsiblemente en contra de su puesta en libertad conforme a los escritos presentados en los últimos meses en los que ha negado este extremo en base al alto de riesgo de fuga de los procesados.

En un auto, al que tuvo acceso Europa Press, el magistrado rechaza la petición del abogado de Correa, José Antonio Choclán, para modificar la situación procesal de su cliente. La solicitud se realizó tras conocerse el auto de imputación del magistrado Baltasar Garzón por prevaricación y vulneración de las garantías constitucionales del cerebro de la red dentro de la cárcel.

El cerebro de la red corrupta investigada se encuentra encarcelado en la prisión de Soto del Real desde el 12 de febrero de 2009 por delitos de blanqueo de capitales, defraudación fiscal, falsedad, cohecho, asociación ilícita, revelación de secretos, prevaricación y delitos de tráfico de influencias.

Desde el 6 de febrero de 2009, fecha en la que estalló la operación Gürtel, las cuentas bancarias, los depósitos y valores de Correa se encuentran bloqueados por orden judicial. De igual modo, ocurre con las cuentas del resto de los cabecillas de la red corrupta.

Al jefe de la 'red Gürtel' se le acusa de dirigir un grupo organizado de personas y empresas cuya actividad se centraba en el sector de la publicidad, organización de eventos o diseño de campañas promocionales y cuyos principales clientes eran entes públicos pertenecientes a las Administraciones públicas.