El balance mortal de víctimas de la violencia de género se ha elevado a 31 casos después de que el Ministerio de Igualdad confirmase que el asesinato de una mujer en Almería y la muerte de otra en Gijón el pasado miércoles corresponden a esta tipología criminal. Al igual que el 84 por ciento de las fallecidas en 2010, ninguna de las dos había presentado denuncia previa por maltrato.

En declaraciones a Europa Press, el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, llamó la atención sobre este hecho que supone un incremento de un 24 por ciento en el número de casos de asesinato sin denuncia previa respecto de 2009, cuando seis de cada diez fallecidas sí habían acudido a la Justicia.

"Que se denuncie supone seguridad y protección", destacó Lorente, para incidir en que si las autoridades no tienen constancia de esta violencia, "no pueden poner los medios" para evitar que la persona que maltrata a la mujer acabe matándola.

En total, en las mismas fechas del año pasado habían fallecido nueve mujeres menos y, en 2008, se contaba también una cifra inferior, con 27 homicidios. No obstante a 4 de junio se habían producido 32 asesinatos en 2007 y 2006, los dos años de la serie estadística con más mujeres asesinadas por la violencia machista en este periodo.

Lorente destacó otro "cambio de tendencia" de este año respecto del anterior que tiene que ver con el perfil de las víctimas. En lo que va de 2010, más de la mitad de las asesinadas (52%) tenían más de 41 años de edad, porcentaje que rondaba el 40 por ciento en 2009. Además, mientras el año pasado el 47% de las fallecidas estaban conviviendo con su asesino, la cifra este año alcanza el 71 por ciento de los casos.

"Es un nuevo elemento común, mujeres de más edad, que están conviviendo con el agresor y que no han presentado denuncia", destacó el delegado del Gobierno, quien explicó que en estas circunstancias "cuando la mujer habla de denuncia o de separación entra en una situación de riesgo" que "no se puede minimizar" y ante la que necesita del apoyo de su entorno social y familiar.

Según dijo, las mujeres "tienen que tener conciencia de que hay que denunciar, que no hacerlo es una sensación subjetiva que puede estar motivada por la propia situación de violencia y que es fundamental que no se minimice el riesgo y, sobre todo, que la familia o amigos de esta gente violenta y el entorno de la mujer estén cerca, para que puedan denunciarle a él y apoyarla a ella".

De las 31 muertas este año, sólo cinco (16%) había presentado una denuncia previa por malos tratos aunque una de ellas la retiró. Además, tres mujeres tenían una orden de protección en vigor en el momento del asesinato, que en dos casos fueron quebrantadas por el asesino. En cuanto a la nacionalidad, el 61,3 por ciento de las mujeres fallecidas eran españolas, frente a un 38,7 por ciento que eran extranjeras, según los datos oficiales.