Josep Ramón Giménez, director de comunicación de la asociación Barcelona-Acció Solidaria, ONG a la que pertenecen los cooperantes españoles secuestrados en Mauritania, ha relatado la experiencia vivida ayer.

Giménez viajaba en la Caravana Solidaria, que organiza anualmente la organización humanitaria, cuando sucedió el secuestro. Relata que estaba escuchando el partido entre el F.C.Barcelona y el Real Madrid cuando el conductor del último automóvil, en el que viajaban los secuestrados, gritó y pidió ayuda al resto, alertando de la presencia de hombres armados.

"Volví de inmediato y vi que el coche de mis compañeros estaba parado en medio de la carretera y sin nadie dentro", recuerda. Otro de los integrantes del convoy aseguró que escuchó disparos, y en el vehículo abandonado se encontraron casquillos de bala.

El todoterreno tenía las puertas abiertas y el motor encendido. Los asaltantes no robaron nada; sólo se llevaron a sus tres ocupantes.

Silencio de las autoridades mauritanas

Todos los dedos apuntan unánimemente hacia la autoría de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), si bien hasta el momento el Gobierno mauritano, encabezado por el militar Mohamed Uld Abdelaziz, ha mantenido un silencio oficial absoluto.

Pese a ello, el embajador de España en Nuakchot, Alonso Dezcallar, destacó, en declaraciones a Efe, la "máxima colaboración y disposición" ofrecida por las autoridades mauritanas en la búsqueda, y apuntó que la mayor prioridad es garantizar la seguridad de las tres personas secuestradas" y del resto de integrantes de la caravana.

Si finalmente se confirma la autoría de Al Qaeda, que normalmente tarda algunos días en reivindicar sus acciones, diversos analistas y funcionarios mauritanos consideran que sus peticiones irán dirigidas al pago de un rescate o tal vez a la liberación de algunos de sus presos en el Magreb.

Sólo en Mauritania hay alrededor de 60 presos en las cárceles acusados de estar vinculados con AQMI, entre ellos los presuntos autores del asesinato de cuatro turistas franceses el 24 de diciembre de 2007, una acción que llevó a la suspensión del Rally Dakar.

Tareas de búsqueda

Giménez explica que las fuerzas de seguridad mauritanas llegaron apenas diez minutos después de la desaparición de los tres cooperantes y rastrearon el terreno en busca del vehículo que utilizaron los captores.

A esas tareas de búsqueda se unieron hoy aviones y helicópteros de la Guardia Civil que trabajan en el país africano en el control de la inmigración ilegal.

El embajador español reconoció que por el momento, Mauritania no ha realizado "ninguna petición concreta" para que se envíen medios adicionales al país.

La lucha contra el terrorismo es uno de los objetivos declarados del presidente Abdelaziz, que fue elegido democráticamente en las urnas el pasado mes de julio, casi un año después de que él mismo hubiese dado un golpe de Estado en el que derrocó al anterior presidente.

Precisamente, el secuestro se produce en medio de una bien publicitada campaña de envío de fuerzas especiales del Ejército al norte del país, para proteger una región turística y rica en materias primas.

El Ejército mauritano centra ahora sus esfuerzos en impedir que los secuestradores de los españoles puedan alcanzar el desierto y llegar a cruzar a otro país vecino, especialmente Mali.

Limitar los desplazamientos

Mientras, la embajada española ha recordado a los residentes españoles en Mauritania "el sistema de alerta habitual en estos casos", consistente en "limitar los desplazamientos, tomar la máxima precaución y adoptar una actitud de autoprotección y cautela".

De la misma forma, la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) ha recomendado a los cooperantes que trabajan en Mauritania que incrementen las medidas de seguridad, según dijo Sébastien Benotti, jefe de la delegación mauritana de la ONG Asamblea de Cooperación Por la Paz.