La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha hecho hoy un llamamiento "desde el afecto y la comprensión" a la activista saharaui Aminetu Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote tras ser expulsada por Marruecos, para que "reconsidere su posición".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega aseguró que el Gobierno está haciendo "todo" lo que está en su mano para "facilitar" a Haidar una documentación que le permita "cuanto antes viajar con total libertad y volverse a reencontrar con su familia".

La portavoz del Ejecutivo afirmó que el Gobierno actuó "conforme a la normativa internacional" y de las leyes españolas al admitir la entrada en España de Haidar después de que las autoridades marroquíes la embarcaran a la fuerza en un vuelo de El Aaiún a Lanzarote, pero rehusó precisar si el Ejecutivo ha intentado contactar con aquellos sectores de la sociedad civil, algunos artistas incluidos, que le critican por haber permitido este envío forzoso de Haidar desde el Sáhara Occidental a España.

Apuesta "por el derecho a la libre determinación"

De la Vega señaló que el debate que se ha abierto en torno a la protesta de Haidar tiene dos planos, uno de carácter "personal y humano", en el que el Gobierno está haciendo todo lo necesario para que ella consiga su objetivo, que es poder reunirse con su familia, que permanece en El Aaiún, y otro que tiene que ver con el contencioso del Sáhara Occidental en sí.

A este respecto, recordó que la posición del Gobierno español es "muy clara" y sigue apostando "por el derecho a la libre determinación" del pueblo saharaui en el marco de las disposiciones de Naciones Unidas y "trabajando" por que en ese marco se alcance una solución "justa, duradera y aceptable por todas las partes".