El constructor que realizó las obras de rehabilitación del palacete que el ex presidente balear Jaume Matas compró en Palma, Juan Serra, ha declarado hoy que por la reforma cobró 70.000 euros en metálico y sin factura de la mano del cuñado de Matas Fernando Areal, que entonces era gerente del PP.

Según han explicado fuentes próximas a la investigación, Serra ha acudido hoy a declarar como testigo ante el juez José Castro, quien instruye la causa del presunto caso de corrupción en la construcción del velódromo del Palma Arena en la pasada legislatura, bajo la presidencia de Jaume Matas.

Junto con Serra han declarado también como testigos el vendedor de una tienda de muebles de Palma Juan Cortés y el joyero Pablo Fuster, quienes han coincidido con el constructor en señalar que todos los pagos se les hicieron en metálico.

El juez investiga los pagos de la reforma de una vivienda de 400 metros cuadrados, situada en la calle Sant Feliu, que Matas adquirió por 950.000 euros, cuando el valor estimado por la Agencia Tributaria en octubre de 2006 era de casi 2,5 millones.

El ex presidente tendrá que aclarar ante el juez tanto su gestión durante la construcción del Palma Arena en la pasada legislatura que él presidía, como por los incrementos en su patrimonio personal detectados por la Fiscalía y la Guardia Civil.

La Fiscalía estudió este incremento patrimonial a raíz de cinco denuncias contra Matas. En la investigación de la Fiscalía se menciona, entre otras cosas, el palacete que este posee en el centro histórico de la capital balear.